De la superación personal, a la inspiración colectiva
Sebastián Amarillo tuvo un accidente laboral en el que le tuvieron que amputar parte de su pierna izquierda. Tras un proceso de rehabilitación encontró en el crossfit una pasión que contagia a otros.
26/02/2025 | 07:34Redacción Cadena 3
Sebastián Amarillo, tiene actualmente 36 años y practica crossfit, su aspiración es convertirse en un referente y un "tutor de resiliencia" como se define, para ayudar a aquellas personas que estén atravesando un momento difícil.
En agosto de 2019 un accidente laboral provocó que le amputaran una de sus piernas por debajo de la rodilla. En ese entonces, trabajaba como recolector de residuos en la Ciudad de Córdoba, en el horario nocturno, cuando un vehículo impactó contra la parte trasera del camión, donde Sebastián se encontraba.
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Tras el accidente, Sebastián atravesó un proceso de recuperación e intervenciones quirúrgicas, en donde lo que más le impactó fue la mirada de la gente. "La etapa del hospital fue muy dura, no me esperaba esta realidad", confesó.
Cuando llegó la hora de verse en el espejo por primera vez también fue duro. "Lo primero que vi en el espejo era una persona que no quería. Fue difícil adaptarme”, admitió.
"Yo andaba mucho de pantalón largo por vergüenza o miedo al qué dirán. Cuando andaba en muletas una cosa que odiaba es que la gente se bajara de la vereda para darme el espacio", recordó.
En este recorrido, el apoyo de su padre lo impulsó a convertirse en una fuente de inspiración para otros. "Debía ser quien inspire y motive a muchas personas", recordó como uno de sus consejos.
La pérdida de su padre hace seis meses marcó un cambio significativo en la vida de Sebastián. “Entendí que debía salir a mostrar quién era yo”, afirmó. Este nuevo enfoque lo llevó a participar en el crossfit, una actividad que considera fundamental para su recuperación. “El deporte fue lo que me sacó adelante después de mi accidente”, asegura. A través del crossfit, encontró un espacio para reencontrarse con su fuerza y motivación.
"Mi cicatriz cuenta una historia", afirmó.
“Hoy en día estoy orgulloso de lo que veo en el espejo. Mi prótesis me recuerda quién soy y a dónde voy”, expresa Sebastián. La filosofía japonesa del kintsugi, que valora las cicatrices como parte de la historia de cada persona, ha influido en su perspectiva. “Cuento una historia de resiliencia andante”, reflexiona.
Sebastián también se prepara para participar en competencias de crossfit, donde busca inspirar a otros que enfrentan desafíos similares. “Lo hago por amor, porque me encanta, y para representar a aquellos que no pueden salir adelante”, enfatiza. A medida que avanza en su entrenamiento, se convierte en un ejemplo de que la fuerza no solo reside en los músculos, sino también en la mente.
"Una vez un chico en el gimnasio me dijo que se había levantado sin ganas de entrenar, pero que vino porque sabía que yo iba a estar", destacó.
“No importa lo que falte en tu cuerpo, sino tu determinación”, concluyó.
Ahora Sebas no sólo se prepara para participar de una competencia de crossfit , un Freedom, en Santiago del Estero en abril, sino que además busca que su historia se difunda para invitar a otros a animarse y salir adelante.