Perder una pierna no le impidió volver a su pasión: el paracaidismo

Gabriel Cioccolanti "Choco", como lo conocen sus amigos en Río Tercero, tuvo un antes y después en su vida.

Practicando paracaidismo, actividad que siempre le apasionó, sufrió un accidente y perdió una pierna. 

"Cuando yo me desperté tenía esa condición y en la cama común dije tengo que volver a saltar y tengo que ver cómo lo vuelvo a hacer", recordó.

Tras meses de recuperación y en un viaje que realizó con su pareja Erica Giménez experimentó nuevamente la sensación de caída libre en un simulador de túnel de viento. Luego de esa primera práctica se propuso encontrar la forma de volver a volar y regresar a los saltos.

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"La clave es no rendirse. Todos podemos caer, hay que levantarse sacudirse la pierna y seguir", reflexionó.

Para ninguno de los dos fue fácil porque juntos debieron reponerse a una nueva condición y a los desafíos que vendrían de ahora en más.

"Ella me conoció en el aire y sabe lo que a mí me gusta y me acompaña en lo que me apasiona", señaló. A lo que Erica contó: "Te cambia toda la condición de vida. Teníamos un plan de pareja o cosas y todo fue diferente, pero fue adaptarse y ver qué se podía hacer y qué no".

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"Cuando me dijo 'vuelvo a saltar' casi me infarto. Después me quedé tranquila y dije 'nadie está saltando', pero él está rodeado de locos como él y todos contribuyeron a que sea posible por la experiencia que tenía y la pasión y en buena hora porque sino le hubiese faltado una parte de su vida", agregó Erica.

Después de realizarse unas pruebas psicofísicas y contar con las autorizaciones y permisos de la ANAC, Choco se convirtió en el primer paracaidista adaptado del país. Su osadía y resiliencia le permitieron continuar con su pasión y hoy sigue saltando y volando por el cielo.

"Volví a ser lo que era", confesó.

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