6 curiosidades del Maracaná, el estadio más famoso del mundo

1- Un gigante de cemento

Desde que se pensó, este estadio tenía dimensiones colosales. Ocupa 20 mil metros cuadrados y, cuando se inauguró, cuadruplicó la capacidad de todos los estadios que había en la ciudad de Río de Janeiro. En ese momento, podría albergar al 10% de la población de la que era, en ese entonces, capital de Brasil.

2- El nombre 

Cuando se inauguró, en 1950, fue bautizado como Estadio Municipal de Maracaná. Sin embargo, desde 1964, cambió su nombre a Estadio Mario Filho, en honor a uno de los locutores deportivos más reconocidos de la ciudad. Sin embargo, los cariocas lo bautizaron Maracaná, barrio en el que está ubicado. El Maracaná es un guacamayo color verde que es natural de la zona.

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3- Construcción en tiempo récord

Su construcción se hizo luego que Brasil fuera elegido sede de la Copa del Mundo en 1946, un año después de la Segunda Guerra Mundial. La obra duró 22 meses y se erigió en una zona de descampados de las afueras de la ciudad de Río de Janeiro.

4- Más allá del fútbol

Si bien este estadio fue protagonista de hitos del fútbol mundial -como el "Maracanazo" y la final del Mundial Brasil 2014-, también recibió a figuras mundiales de otros ámbitos como al Papa Juan Pablo II en 1997 y a artistas de la talla de Frank Sinatra, Madonna y los Rolling Stones.

5- Patrimonio nacional

El estadio sufrió dos reformas. La de 2014 fue la más agresiva: se reconstruyó desde los cimentos y solo se conservó la fachada que es patrimonio nacional. En esa reforma perdió las gradas superiores que, según los hinchas, temblaba cada vez que se festejaba un gol. Fueron sustituidas por una grada completa sin puntos ciegos.

6- Pelé

En marzo de 2021, la Asamblea Legislativa del estadio de Río de Janeiro aprobó un proyecto de ley para rebautizarlo con el nombre de Pelé. Esto generó una gran polémica y repudio por parte de los familiares de Mario Filho -locutor que le dio su nombre actual-, historiadores y algunos sectores de la prensa. Esto hizo que, finalmente, se rechazara ese proyecto de ley.