Tamberos reclamaron aumentos en el precio de la leche

Tamberos de todo el país se reunieron ayer en la localidad santafesina de Rafaela para pedir un aumento en el precio que reciben por litro de leche vendido y por “transparentar la cadena láctea nacional”

Los dirigentes agrarios Eduardo Buzzi, Alfredo De Ángeli y Carlos Garetto, referentes de Federación Agraria Argentina y ConInAgro, respectivamente, acompañaron la movilización.

En diálogo con Cadena 3, De Ángeli explicó que “a las diez de la noche la leche entra a un supermercado a 2,50 pesos y a la mañana la venden a 6”.

Por su parte, el productor lechero Daniel Olleros dijo que “tenemos un desfasaje del 40% entre los precios que pagamos los insumos y el valor de venta de la leche”, y contó que en febrero de 2011 le pagaban 1,51 pesos el litro y en febrero de este año, 1,47.

Rafaela está ubicada en la principal cuenca lechera de América latina, que reúne a productores lácteos del oeste santafesino, norte de Buenos Aires, este de Córdoba y sur de Entre Ríos.

El encuentro de tamberos comenzó a las 09:00, en la sede de la Sociedad Rural de esa ciudad.

Guillermo Giannasi, director de la Mesa Lechera de la Federación Agraria Argentina, aclaró que la marcha de ayer fue sólo “el inicio de una serie de reclamos”.

En tanto, la Cámara de Productores de Leche de Córdoba, Santiago del Estero, Santa Fe y La Pampa (Caprolec), conocida como tamberos K, había advertido que no adhería a la protesta.

El presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), Miguel Paulón, anunció ayer que algunas empresas empezarán a pagar este mes un 7 por ciento más a los productores por la materia prima respecto de los valores de diciembre pasado, y las otras lo harán entre abril y mayo.

“Para los tamberos, este aumento representa un paso adelante, pero continúa siendo insuficiente”, aseguró Carlos González, de la Mesa Nacional de Productores de Leche.

Por su parte, el titular de Cartez, Néstor Roulet, advirtió que “no hay vocación política para corregir el problema de la lechería” en el país, porque existe una “fuerte presión del lado industrial y comercial”.