El segundo de AFA admitió que vendieron entradas en Brasil

El vicepresidente de la AFA, Luis Segura, reconoció que comercializó tickets a precio oficial a los hinchas para el encuentro con Bélgica en un hotel de Brasil.

"Hubo una devolución importante de entradas y en el hotel atendíamos a la gente que podíamos. Le pedíamos el documento, lo anotábamos en una planilla y le vendíamos las entradas a precio oficial", dijo al Segura al programa radial Un Buen Momento.

"Yo me perdí un día entero vendiendo entradas. Si alguien la revendió ¿qué culpa tenemos?", preguntó.

La llegada de miles de argentinos para cada partido de la Selección en el Mundial de Brasil traía aparejado un sinfín de "busca-entradas" que, a partir de la difusión del video este lunes, dejó implicados a Segura, y al menos otros dos empleados de la AFA.

Según la investigación iniciada por la Subsecretaria de Inteligência do Rio e da Delegacia de Repressão a Crimes Organizados (Draco), el último episodio se vivió en el hotel Radisson de Barra da Tijuca, en la capital carioca, donde la Selección concentró antes de la final frente a Alemania.

Allí, según la información publicada por el portal brasileño de la señal ESPN, se repitió una escena que se había vivido en cada sede donde la Selección jugó en este torneo.

La principal sospecha es que las entradas que la AFA recibía por protocolo para los integrantes de sus distintas federaciones eran revendidas a estos hinchas "exclusivos" en precios superiores al oficial.

En el video que tiene como prueba la Subsecretaría de Inteligencia de Río, se ve al gerente de Selecciones nacional, Omar Souto, recibir un dinero (siempre dólares) a cambio de entradas para el partido.

Las imágenes corresponden a la previa del encuentro entre la Selección y Bélgica, en Brasilia, por los cuartos de final del Mundial. En ese lugar, también habría participado de algunas negociaciones Julio Ricardo Grondona, presidente de Arsenal e hijo de Julio Humberto, el titular de la AFA.

En el Radisson de Río de Janeiro, la situación se repitió pero con Alberto Capuchetti, ex militar y jefe de Seguridad de la delegación, y quien tenía a su cargo la organización de la reventa.

Según denunció el diario La Nación hace algunas semanas, la transacción acontecía de la siguiente manera: en alguna habitación del hotel oficial, la AFA montaba una "oficina" de ventas con por lo menos seis personas atendiendo.

La reventa igualmente no era para cualquiera: sólo podían ingresar aquéllos que pasaban el "filtro" de Souto o Capuchetti mencionando a algún dirigente de rango alto de la AFA.

Durante la previa de la final frente a Alemania, cuatro personas fueron llevadas a la comisaría de Río de Janeiro después de haber recibido entradas, aunque en su declaración los compradores negaron haber adquirido los tickets por encima de los precios oficiales.

Los testimonios de al menos dos argentinos -Demián Eliel Tujsnaider y Darío Javier Rosenzvit- afirmaron que llegaron a ese lugar después de haber combinado con Luis Segura.

Otro nombre envuelto en este escándalo es el de Emilio Vázquez, contador de la AFA, quien era una de las personas que los hinchas buscaban permanentemente para conseguir tickets.