Si no sucede algo fuera de lo común, marzo y abril serán meses de importantes exportaciones en el nodo portuario agroexportador del Gran Rosario. Las grandes cosechas significarán, sin duda, una bocanada de aire fresco para las arcas del Banco Central. Sin embargo, la espera del tránsito de 2 millones de camiones en la zona enciende nuevamente las alarmas por la falta de obras viales. La alta productividad del campo actual desnudará, nuevamente, las falencias de una infraestructura que data del siglo pasado.
El Gobierno de Santa Fe ya anunció que, por el alto tránsito de transportes de cargas, las rutas 33, 34, 9,11, 10, 14, 16, 18, 21, 91, A012 y las autopistas Rosario-Córdoba, Rosario-Buenos Aires y Rosario-Santa Fe estarán, por momentos, casi colapsadas. La imagen de este 2024 podría ser, entonces, similar a la postal de años anteriores en las trazas viales que conducen a localidades como Timbúes, Puerto San Martín y San Lorenzo.
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El presidente de Fadeeac (Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas), Roberto Guarnieri, expresó su postura al respecto en diálogo con Cadena 3. “Es preocupante porque no se trabajó mucho. Cada vez que hubo una cosecha importante tuvimos problemas. No hay lugar suficiente para estacionar los camiones, que quedan en las rutas y sufren robos. Hay que pensar a futuro sobre qué hacer”, sugirió.
Para Guarnieri, en los últimos años “en infraestructura no se ha mejorado” y lo sufren los camioneros. “No pueden estar los choferes en la calle sin agua y sin baño, cuidándose de que no les roben”, señaló introduciendo el eje seguridad, que es siempre materia de trabajo interdisciplinario en la previa de la época de la cosecha gruesa.
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En el medio surge una polémica: la tarifa que cobran las comunas de la zona a los transportistas asciende a 11 mil pesos, pero todos los actores del entramado logístico y exportador entienden que ese dinero no se ve reflejado en obras viales.
Atraso y pérdida de competitividad
En los puertos que componen el nodo portuario agroexportador del Gran Rosario –ubicado por ranking entre los más importantes del mundo- la preocupación no es menor. Aseguran que el 90 por ciento de las cargas las trasladan camiones y solo el 10 por ciento restante se mueven en trenes.
“La infraestructura hay que dividirla entre interna y externa. La parte interna cuenta con grandes playas de estacionamiento, normalmente se dan cupos para ingresar. Las velocidades de carga y almacenamiento son grandes. Hay un problema en Timbúes y Puerto San Martín: los caminos de acceso no están en condiciones para recibir a todos los camiones, fundamentalmente cuando llueve. Hay caminos de ripio y tierra”, describió Juan Carlos Vilanova, presidente de la comisión directiva de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas.
Con este escenario, la competitividad está en jaque. “Hay un gran rechazo a la tarifa que cobran las municipalidades, que está en 11 mil pesos y ni siquiera hay caminos bacheados. Lamentablemente eso generó resquemor en los camioneros, perdemos competitividad porque nadie quiere venir”, reveló.
El reclamo por la falta de obras que eleven la infraestructura y la pongan a la altura de la capacidad productiva nacional no es reciente. Se quejan los transportistas y también los vecinos de la región. Es más: la zona desde la que se exporta gran parte de la producción nacional cuenta con una infraestructura del siglo pasado.
“La hidrovía se fue manteniendo, tuvimos problemas por el nivel del río, hay mucho para mejorar y hacerla más segura –remarcó Vilanova-. El Estado no acompañó, estamos con lo mismo de hace 20 años, pero con volúmenes de cosecha totalmente diferentes”.
Brotes verdes con sabor agridulce
Los datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) despiertan muecas de alegría en los productores de distintas regiones del país. Tras años marcados por sequías y vacas flacas, la llegada del Niño y las mejoras climáticas dieron lugar a un panorama que desde el vamos es más que alentador.
“Hubo un cambio muy importante y oportuno en el maíz. Esto es algo inédito para Argentina, es un récord. En soja hablamos de 52 millones de toneladas, en maíz de 60”, precisó Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR.
Russo avisó que las cosechas comenzarán a concretarse entre marzo y abril, y se entusiasmó al afirmar que las estimaciones sobre las que trabajan “pueden seguir subiendo”. La expectativa, asimismo, encuentra un freno en la logística.
“Es todo un tema, nunca transportamos 60 millones de toneladas de maíz por las rutas argentinas. Será un gran desafío, se sentirá en el tráfico. La infraestructura no acompañó este crecimiento. Falta muchísimo para estar a la altura de semejante cambio productivo. Eso este año lo vamos a sentir”, advirtió.
La provincia se comprometió a trabajar en un plan de obras para la zona de influencia, pero a tan solo dos meses de sacar a relucir los dotes productivos del granero del mundo, parece que las planificaciones no encontrarán soluciones en tiempo y forma. Tampoco habrá salvataje de Nación. El Estado y las intenciones privadas no lograron, todavía, dar respuesta a un problema que se repite en el tiempo y sumará este 2024 un nuevo capítulo: la cosecha récord se exportará con infraestructura del siglo pasado.
