De la llamada a la muerte: preso dueño de línea que pidió el viaje de Celentano

En la lluviosa mañana de este viernes en Rosario se dio la extensa la audiencia imputativa contra 16 personas por los homicidios de dos taxistas, un chofer de colectivos y la balacera contra la Comisaría 15 que atemorizaron a la ciudad. En el banquillo de los acusados se repiten los apellidos, pero, en primera medida, no se encontrararon los autores materiales ni intelectuales.

Con el eje puesto sobre el titular de la línea del celular desde el que se hizo el pedido del taxi a calle Lamadrid al 400 bis en el que murió el taxista Diego Celentano, con la misma arma con la que se asesinó Héctor Figueroa y se baleó la Comisaría 15, la Fiscalía pidió que le fuera dictada la prisión preventiva. Esto se debe a partir de la comunicación y la solicitud del viaje a metros de donde vive el sospechoso. La acusación fue de partícipe necesario. La jueza de Primera Instancia, Álvarez, resolvió hacer lugar al pedido.

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Según refirió el fiscal Patricio Saldutti en la audiencia, un testigo de identidad reservada vio a dos jóvenes sacar un arma de fuego en la zona y los escuchó decir: “Vamos a hacer lo que tenemos que hacer. Matamos y nos vamos”. Segundos después, afirmó que vio la llegada de un coche, que podría haber sido el taxi de la víctima.

Asimismo, reveló que el dueño del radiotaxi declaró que 10 minutos antes de que llegara Celentano a Lamadrid al 400 bis, se había pedido otro viaje desde la misma línea telefónica, pero a Lamadrid al 400. Otro chófer fue y se encontró con que la dirección estaba equivocada. Por su parte, la defensa del hombre rechazó el pedido de prisión preventiva a partir de que entregó el supuesto teléfono que estaba usando de manera voluntaria y que no coinciden el número desde el que se pidió el viaje y el IMEI.

La línea con la que se pidió el viaje había sido dada de alta escasos días antes del crimen y no tuvo movimientos, a excepción de seis comunicaciones con su pareja, hasta el 6 de marzo cuando ocurrió el homicidio. Luego, dejó de funcionar.

La Fiscalía planteó que al momento de ser capturado en su lugar de trabajo, el hombre afirmó que no llevaba su celular encima y que este estaba en su casa. Su esposa entregó uno, que presuntamente sería usado por uno de sus hijos para jugar videojuegos.

Por otro lado, las pesquisas llevarían tras los pasos de otro sujeto, familiar del titular de la línea y ahora detenido, que al verse abordado por el operativo descartó dos armas y un celular en los patios de sus vecinos. Cuestión denunciada por las personas del barrio. En esa instancia, su esposa quiso pagar a las autoridades para que no se llevaran el teléfono. Al término de la imputativa fue la única en recuperar su libertad, con medidas alternativas a la preventiva. 

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Violencia extrema

El martes de la semana pasada se dio un punto clave en la saga de violencia que atraviesa la localidad. Luego del conocido atentado contra el colectivo del Servicio Penitenciario en uno de los ingresos a la ciudad el sábado, en la madrugada fue asesinado el chofer del radiotaxi, Héctor Figueroa. El trabajador tenía dos hijos y se iba a casar con otra taxista al otro día.

Solo 24 horas más tarde se daría un segundo crimen que estremecería a Rosario. Diego Celentano fue llamado por medio del mismo radiotaxi desde una línea a nombre de uno de los sospechosos. Llegó hasta Marcelo T. de Alvear y Garmendia y fue ultimado. En la escena del crimen, tal y como en el caso de Figueroa, los investigadores dieron con una zapatilla.

Un cotejo balístico daría como positivo el uso de la misma arma de fuego en ambos hechos, lo mismo con la balacera contra la Comisaría 15.

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El jueves 7 de marzo, a la 1 de la madrugada habría una tentativa de homicidio contra un chofer de colectivos en la zona oeste y horas más tarde se concretaría el crimen de Marcos Daloia, a pocas cuadras, en Mendoza y México.

Llegando a la medianoche, la saga continuaría con el incendio de otro taxi en Pasco y Liniers. Al día siguiente comenzarían una serie de allanamientos y detenciones, entre las que sobresalen las del hombre señalado por ser el titular de la línea telefónica desde la que se pidió el viaje que terminaría con la vida de Celentano.

Informe de Francisco C. Cufré