De la expectativa a la realidad. De mayor a menor. Así fue el debate que dieron este domingo por cuatro canales de TV los candidatos a gobernador en la provincia de Santa Fe. Y si en algún momento alguno reforzó una tendencia en Rosario, éste parece no gravitar en la recta final rumbo al 10 de septiembre.
Maximiliano Pullaro (Unidos), Marcelo Lewandowski (Juntos Avancemos - PJ), Carla Deiana (La Izquierda y los Trabajadores) y Edelvino Bodoira (Viva la Libertad) tuvieron una hora y quince minutos sin grandes aciertos ni errores. Sí una exposición ampliada de sus propuestas e ideología que ya se advierten hasta el cansancio en spots y redes sociales.
Sí existieron "dardos" a los adversarios, aunque el formato rígido nunca los convirtió en una conversación o discusión directa, por fuera de las reglas acordadas previamente para que el ya impuesto "Santa Fe Debate" fuera posible una vez más.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/
¿Gravita? No. En el peronismo santafesino hizo campaña al recorrer la provincia, publicar un libro y llenar teatros Roberto Mirabella. Pero a las urnas fue Marcelo Lewandowski, envalentonado por dos muy buenas elecciones anteriores circunscritas a Rosario y el acuerdo Perotti-Massa-Cristina. Pero fue muy tarde y lo pagó: la oposición, bajo el formato de Unidos y con Pullaro como candidato, obtuvo 980.567 votos y fue el frente más votado desde el regreso de la democracia.
En particular, el diputado y ex ministro radical se llevó 506.277 y el senador nacional 279.164. Así, para Lewandowski era indispensable romper esa tendencia que dejaron las PASO con alguna apuesta disruptiva. Lo intentó atacando a Pullaro con carteles sobre "1385 homicidios", al anunciar "la reapertura de las comisarías que cerró" o al romper el papel con la transcripción de una escucha con el comisario Rodríguez pero después fue perdiendo peso y novedad: se anticiparon Mirabella, Sain y hasta Losada en la interna.
Una buena: el ex comentarista de Telefé y Fútbol Para Todos acompañó cada exposición con una ampliación o material en sus redes personales en tiempo real (manejada por un tercero, claro está). Eso le permitió amplificar su mensaje.
(Pd. Pullaro estuvo lento o prefirió no "tirarse con muertos": la cifra 2020-Agosto 2023 da peor).
"Éste Gobierno perdió el control de la calle", le respondió Pullaro, que fue de menor a mayor y pegó en otros ejes como "la inequidad en el reparto de fondos públicos del gobierno kirchnerista que representa Lewandowski" y "de un gobierno provincial que abandonó la educación". En ese sentido, anunció 180 días de clases y la eliminación de la no repitencia. Fiel a su estilo amplio, que en la semana lo llevaron a nombrar a Milei, abrazó a los templos evangélicos "que tanto trabajan en los barrios" y se referenció en la labor de Miguel Lifschitz. ¿Fútbol? Pullaro Para Todos.
"Yo no tengo jefatura a quien responder", le dijo al final Lewandowski, cuando el radical de Hughes pidió el voto por la U completa y mostró la boleta.
Bodoira y Deiana, los menos conocidos y que apenas superaron el 1,5% de los votos, apenas fueron a reforzar a su núcleo duro. El libertario (46.963 votos) empezó notoriamente nervioso y después planteó cambiar el ministerio de de Diversidad y Género a "Ministerio de la Familia"; y la candidata de la Izquierda (42.043), muy sólida en su oratoria, lo cuestionó por su afinidad a Milei y dijo que los vouchers son la destrucción de la educación.
La caja de resonancia
Pero el debate esencialmente no gravita porque si no hubo momentos salientes en vivo, tampoco quedaron para el "post-partido" en redes. Por ejemplo, los furcios que erosionan la imagen de un candidato/a.
Apenas la militancia del PJ "movió" un instante en el que Pullaro dijo "vamos a tener organiza-vamos a investigar a las organizaciones criminales". Si ud no lo entendió como lector, refuerza más: hasta se forzaron los furcios.
Los rosarinos conocemos los verdaderos. Por ejemplo, cuando la concejala del PRO Anita Martínez inmortalizó el "supido" en un debate de junio de 2015 y le costó ver caer la tendencia que la llevaba a ser intendenta de Rosario.
Tras el cierre, el hashtag oficial #SantaFeDebate había logrado 5.219 posts y estaba quinto entre las tendencias nacionales. Un poco después, lejos del top 10, una realidad baja para la expectativa del impacto sobre una provincia con más de tres millones y medio de habitantes y la aparente cobertura de un envío por cuatro canales de TV abierta (Telefe Rosario, Telefe Santa Fe, El Tres TV y Santa Fe Canal).
Y si Twitter es la caja de resonancia de la política y actualidad por excelencia, el debate nada pudo hacer contra el fútbol y nunca se despegó del "círculo" o "microclima": todos los posteos eran de interesados directos o por supervivencia, como los que enviaron legisladores, funcionarios, asesores u otros candidatos. También hubo de medios de toda la provincia, aunque las cuentas de uno de los organizadores como Telefe Rosario no estuvieron activas en todo el domingo.
El debate sirve, tuvo una apuesta seria y es saludable que aunque no haya ley este prácticamente impuesto en la democracia santafesina pero, al final de éste, quedan dos preguntas: ¿alcanzó la hora y cuarto para dar vuelta un número significativo de votos ante la marcada tendencia que dejaron las PASO? ¿Y para convencer al alto ausentismo?.
Mientras tanto, si la sociedad estuvo "en otra" durante el debate y no quedó una ruptura para las redes, en la noche del domingo se habló y en la semana se hablará más de los errores del colombiano CAMPUZANO y el ALMIRÓN, que llevaron a Boca a otra derrota y nunca se movieron del 1-2 entre las tendencias.
