Escuchaba a su expareja y está a punto de ser fiscal federal

El ex fiscal Fernando Rodrigo, que renunció a su cargo en el Ministerio Público de la Acusación de Rosario en medio de un escándalo por escuchas ilegales a su ex pareja y su entorno en 2017, volvió al ruedo y está cerca de convertirse en fiscal federal en Río Gallegos.

Es a partir de que se presentó al concurso abierto y ahora su nombre quedó en la terna que elevó al Poder Ejecutivo el procurador general de la Nación, Eduardo Casal, para cubrir la vacante.

Para concursar, Rodrigo aprovechó dos grises: el primero es que renunció cuando estaba acorralado por la prueba y evitó haber sido destituido por la Legislatura. El segundo es que la causa penal navega especialmente lento en la Justicia provincial y la Federal en Buenos Aires entonces no tiene ninguna condena.

Actualmente está a cargo de la fiscal provincial Natalia Benvenuto, que está en condiciones de presentar la acusación y pedir la apertura del Juicio Oral. En la Justicia confirmaron que el Consejo de la Magistratura se interesó en el estado de la causa.

Mientras tanto, el nombre de Fernando Rodrigo está en la lista integrada además por Carlos Alberto Cerezoli y Andrés Nazer; según orden de mérito, Rodrigo quedó tercero.

La designación del Poder Ejecutivo es "a dedo" entre cualquiera de los tres, más allá de ese orden.

De no prosperar, tanto Rodrigo como Nazer se encuentran en condiciones de conformar la terna para cubrir la vacante de fiscal ante el Juzgado Federal de Paso de los Libres en la provincia de Corrientes.

Salida sin condena

Rodrigo renunció a la Fiscalía de Investigación y Juicio de Rosario tras ser allanado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria en medio de una investigación por escuchas ilegales a su ex pareja y todo su entorno, lo que hacía a partir de su rol como funcionario.

Para "engañar" a los jueces que debían hacer el control de legalidad de las intervenciones usaba investigaciones por diversos delitos para introducir los números de la mujer, familiares y amigos.

Eso generó fuertes cambios en los protocolos para las escuchas judiciales. Fue en 2017 y se transformó en el primer conflicto del MPA, aún no tiene condena a pesar de la profusa prueba.

De hecho, Rodrigo fue denunciado por un empleado suyo que debió vivir con custodia policial por temor a represalias.

Informe de Hernán Funes.