La Municipalidad de Rosario tiene listo el Presupuesto 2023. La próxima semana lo entregará a los concejales y lo presentará oficialmente para abrir camino al debate parlamentario. Mientras tanto, algunos puntos resultan claves en las erogaciones previstas por el municipio.
El presupuesto para el próximo año electoral será de 147 mil millones de pesos. Puertas adentro, destacan la reducción de la deuda en la participación del gasto (bajó por encima del 60 por ciento en cuatro años) y un ahorro en el orden del 7 por ciento. Una gran parte del dinero irá a ayuda social y otra buena parte al ámbito sanitario.
Sin embargo, los ejes salientes del proyecto contemplan fuertes inversiones en obra pública y más recursos para áreas en las que al municipio no tiene más opción que reforzar el gasto. A su vez, esta previsión tiene la primera estimación de lo que dejará el sistema de fotomultas a las arcas municipales.
Un gran plan de reconstrucción
El intendente Pablo Javkin considera que la ciudad tiene algo así como una “gran deuda”: la pavimentación definitiva en algunos barrios. En paralelo, está intacta la ambición por llenar de luces LED la ciudad y lograr mejoras integrales en todas las zonas.
En total, el municipio destinará 36 mil millones de pesos a un gran plan que contempla la pavimentación de Empalme Graneros, Las Delicias, Uriburu y la Guardia y Las Floras y La Granada.
La idea es avanzar en 2023 con la refacción de calles y veredas de toda la ciudad, mientras que también se estima que el próximo año habrá avances y obras en grandes avenidas como Jorge Newbery, Rouillon y accesos.
En materia de iluminación, la proyección es iluminar al 100 por ciento los grandes corredores viales y avanzar hacia la instalación de luminarias LED en el 70 por ciento de la ciudad.
También en la normativa aparecen como ítems fuertes obras de cloacas en varios puntos y algo más de 2 mil millones de pesos destinados a la reurbanización de barrios.
Párrafo aparte para los trabajos pendientes en el Monumento a la Bandera y otras grandes licitaciones. Aquí reside una buena parte de la preocupación de Javkin y compañía, que lidian con ofertas que están por encima de lo que pueden pagar, entre otras cosas.
Residuos caros y transporte alerta
La partida presupuestaria para la Secretaría de Ambiente y Espacio Público tendrá un incremento del 112 por ciento y rondará los 17 mil millones de pesos. A tener en cuenta: el sistema de recolección de residuos actualmente emplea a 1.500 personas e implica un triple turno de trabajo durante los siete días de la semana.
Mientras resurgen algunas intenciones en torno a rever el destino final de la basura, puertas adentro entienden que en esta área debe darse una discusión bisagra que modifique de una vez por todas el vigente sistema de recolección, que resulta costoso y poco sustentable. El debate, en principio, podría generar ruido en los vecinos una vez que esté sobre el tapete.
Por su parte, la Secretaría de Movilidad será beneficiaria de una partida presupuestaria elevada en un 123 por ciento en comparación con el año pasado y recibirá unos 6 mil millones de pesos. Motivos para destinar recursos al sector que administra el transporte público sobran, pero hay uno que sobresale: se termina la emergencia vigente.
Con esto, el municipio se verá obligado a abrir la billetera y avanzar hacia una nueva readecuación del sistema. Para esto, deberá destinar recursos propios que generen mejoras en un servicio que sin fondos nacionales dejaría a todos los rosarinos a pie.
Otro dato más: si bien no tiene un impacto determinante en el Presupuesto 2023, la llegada de la SUBE a Rosario está pensada para febrero o marzo. Es cierto que el impacto real en términos económicos es leve, pero suma, puesto que algunos sectores de la ciudad tendrán tarifa subsidiada por el Estado nacional.
Controlar, ¿y recaudar?
De 136 por ciento será la suba de recursos para la Secretaría de Control y Convivencia. Entre los gastos varios que afronta la Municipalidad, sobresalen los destinados a saldar los adicionales que hay que pagarles a los policías que trabajan en operativos locales.
En tanto, el sistema de videocontrol y fotomultas aportará a las arcas municipales unos 500 millones de pesos. Una parte irá al Fondo Compensador del Transporte y la otra a centros de salud. A nivel macro esta suma parece no tener gran relevancia.
Con una fuerte partida destinada obras que serán visibles en tiempo real para la ciudad mediante una plataforma online, el municipio se ve obligado a incrementar gastos en áreas en las que desea grandes cambios y en otras en las que necesita de forma indispensable subsidios.
Con este panorama, los concejales recibirán la próxima semana el proyecto para encarar una discusión clave en el tramo final de un 2022 que es ni más ni menos que la víspera de un año electoral.
