Resignación en dos sectores hundidos por la caída del consumo

Agustín Dadamio

Al igual que en el casino, aplica la frase “no va más”. Esa interpretación cabe a la realidad de dos sectores duramente afectados por una crisis económica que arrancó de raíz el consumo. El señalador de la ruleta, para seguir con la analogía lúdica, cayó en la estación de estancamiento en materia gastronómica y de venta de electrodomésticos. Aunque, con mirada optimista, en este último rubro hay una chance de resurgir en el corto o mediano plazo.

En Rosario, los números de la gastronomía cayeron a pique. Las ventas se plancharon en enero y durante febrero y marzo no hubo levantada. Tres condimentos contribuyeron a un plato que es difícil de digerir: poco dinero en la calle, ola de crímenes y violencia y el clima.

Carlos Mellano, referente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario (Aehgar), puso números al magro presente. “Es un momento difícil, de bajo consumo. A enero las ventas habían bajado 30 puntos, ahora bajaron 10 puntos más”, redondeó en diálogo con Cadena 3. Y añadió: “Y los problemas de Rosario…la nocturnidad, que es el ticket de mayor facturación, bajó. Ni siquiera ayudó el clima. Se alinearon los planetas para mal”.

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A ese combo complejo se le sumaron los aumentos tarifarios. A la espera del impacto de la suba en la factura de gas, se concretó la triplicación del monto que los gastronómicos pagan de luz. A la EPE (Empresa Provincial de la Energía de Santa Fe) le ofrecieron pagar las tarifas en cuotas, pero no hay luz verde aún. “Esto ya pasó con Macri, son aumentos muy complejos y difíciles de absorber. La situación del sector está mal”, resumió Mellano.

La dificultad del rubro, a diferencia de otros, es que aun lidia con los resabios de la reciente pandemia de coronavirus (fue uno de los sectores más afectados) y convive con un poder adquisitivo que se deprecia constantemente. La mirada a corto, mediano y largo plazo es, entonces, pesimista. “No veo un rebote económico en el corto plazo. El ticket promedio de salir a comer no es barato, y la gente no recupera su poder adquisitivo”, comentó el referente del rubro, que al menos rescató: “Lo que sí es bueno es la baja de inflación, que nos da previsibilidad para tener presupuestos con certezas”.

Penas a la espera de las cuotas

Todo tiene que ver con todo. El sector industrial metalúrgico la pasa mal, con cierres temporarios de empresas, despidos y poco aliento para afrontar la crisis. Uno de los rubros que más padece en el Gran Rosario es el de la producción de línea blanca. El motivo es claro: hay pocas ventas. Y el sector que canaliza esa dura relación con el consumo es el de comercio de electrodomésticos.

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Claudio Sexer, presidente de la Cámara de Comerciantes de Electrodomésticos de Rosario, dijo que es “una etapa dura” y señaló: “Las ventas siguen complicadas, en caída. Hay miedo a suspensiones y despidos, depende de dónde trabaja cada uno”. A eso se le agrega la percepción de que todo aumenta, constantemente.

“Aumentarán los servicios, la TGI (Tasa General de Inmuebles). Eso afecta al bolsillo de la gente”, aseguró Sexer, que reveló que la poca venta lleva a los eslabones de la cadena a replantearse los valores y las ofertas. “Los proveedores están recalculando sus precios, que casi no se están moviendo –afirmó a Cadena 3-. El comercio la está pasando complicado”.

En medio de un contexto de oscuridad, en el sector interpretan que se está gestando una oportunidad. Este martes el Gobierno nacional confirmó una baja en la tasa de interés anual del programa Cuota Simple. Pasó de 80 a 70 por ciento anual.

“Lo bueno es que las empresas están empezando a reacomodar. El Banco Central bajó la tasa de Cuota Simple. La financiación va a ser cada vez más barata para los consumidores. Lo que tenés en 3 y 6 cuotas, pronto lo tendrás en 12”, avisó entusiasmado el empresario.