La modalidad criminal es de baja sofisticación. Las historias se repiten, tanto de víctimas como de victimarios. Una persona, un cuchillo del tipo serrucho o un destornillador y el robo de metales de distintos tipos que terminan en su mayoría en chatarrerías diseminadas por toda la ciudad.
Si bien no es un delito que exponga a los altos niveles de criminalidad a los vecinos, ha crecido de manera exponencial en el último año y provocó que se convierta en un eje central para los Ejecutivos a tal punto de ser uno de los temas que se tratan en las mesas de trabajo con el Ministerio de Seguridad y la Fiscalía Regional Nº2 de Rosario.
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Traducido en números, según los registros del 911, de enero a la fecha hubo 4.991 denuncias por robos de metales, con un 82% de ellas solo por cables. Inclusive, el pico máximo de llamadas por este motivo se dio en el mes de septiembre, donde se acumularon 733. Prorrateado en los 10 meses del año, son casi 500 hechos cada 30 días.
Este delito, que según los datos oficiales no discrimina barrios ni distritos, se puede observar a simple vista con viviendas sin servicio de luz o cable, sin caños de agua o gas, o simplemente, sin picaportes o porteros eléctricos. El cementerio "La Piedad" tampoco se pudo salvar con la sustracción de varias de sus plaquetas.
Observado sobre el territorio, la información marca que los barrios Alberdi (358), Alvear (311), Matheu (310), Cinco Esquinas (304), Triángulo y Moderno (264), Sarmiento (246), Nuestra Sra. de la Guardia (237), Mercedes de San Martín (235), Larrea y Empalme Graneros (233) y Centro (223) son los más afectados. A pesar de ello, el problema se extiende sobre todo Rosario, pero no siempre llega a ser judicializado.
De los casi 5.000 hechos denunciados en 2023, solo 586 continuaron su rumbo legal. Para las autoridades, que apenas el 12 por ciento de los llamados se prolonguen en el tiempo puede estar relacionado con que “las personas reportan llamados con más frecuencia, mientras que para realizar las denuncias deben trasladarse a las unidades policiales correspondientes a la jurisdicción de ocurrencia al evento”.
Claudio Brilloni, ministro de Seguridad de Santa Fe, confió a Cadena 3 Rosario que el robo de metales “es una constante en toda la provincia”, por lo que desde el año pasado se iniciaron “capacitaciones por parte de empresas como Telecom o Transener al personal” para responder ante los hechos.
“Estamos orientando al personal de videovigilancia para que estén atentos a las distintas modalidades de este delito, y la otra gran tarea que estamos llevando adelante son las investigaciones judiciales ya que todo tipo de robos de este calibre tiene un punto final, que suelen ser las chatarrerías, algunas legítimas, pero que reciben artículos robados”, añadió.
Rosario tiene chatarrerías diseminadas por toda la ciudad. El Municipio realizó de 2022 a la fecha 64 clausuras a este tipo de establecimientos, de los cuales nueve pudieron regularizar su situación. No obstante, diariamente realizan operativos de control sobre los centros que ya fueron cerrados en conjunto con la Policía.
De este modo, la ciudad llevó adelante 40 denuncias penales contra depósitos, algunos de ellos con más de una acusación. Puntualmente, existen 24 chatarrerías con un reclamo judicial, 13 con dos acusaciones y tres con tres.
“Tenemos una mesa con la Fiscalía, donde con toda la información nutrida de estos operativos se va poniendo el ojo en determinadas situaciones para estudiar si se realizan allanamientos”, contó a Cadena 3 Rosario la secretaria de Control y Convivencia de la ciudad, Carolina Labayrú.
La funcionaria destacó que “existen chatarrerías en todo el territorio". Y concluyó: “Tenemos un operativo especial para esta problemática. No es una simple inspección como en un kiosco. Vamos con la Policía, se charla en la Mesa de Seguridad y en muchos casos tenemos inspectores de zona asignados para ir en conjunto. Ya fuimos a todas y estamos volviendo a ir. Cuando vemos que algo llama la atención damos intervención a la Agencia de Investigación Criminal. Lo tomamos como un tema serio”.
La problemática llevó a que la Legislatura santafesina intentara regular hasta cierto punto una actividad difícil de enmarcar por su naturaleza propia de compraventa de artículos “de descarte”. El diputado provincial del Frente Renovador, Oscar “Cachi” Martínez, presentó un proyecto de ley que tuvo luz verde en el que se creó un “Registro Provincial de Acopiadores y Comercializadores de Metales No Ferrosos”, al cual se debían inscribir las personas humanas o jurídicas que realicen las actividades de chatarreros.
El 18 de julio de 2023 la norma fue promulgada para que las distintas ciudades se adhirieran. Rosario lo hizo sobre fines de agosto, pero no tuvo mayores avances en las inscripciones hasta la fecha. La ley provocaría que las chatarrerías deban llevar un libro foliado y rubricado por la autoridad de aplicación, en el que asienten datos del comprador o vendedor y la modalidad de comercialización.
Informe de Francisco Castro Cufré
