El curioso origen del bastón blanco que usan personas ciegas

En todo el mundo las personas ciegas o con discapacidad visual utilizan el bastón blanco como una herramienta para desplazarse de manera segura y con confianza.

Hay quienes dicen que la idea del bastón blanco habría surgido en 1931 en Buenos Aires, cuando José Mario Falliotico, político e inventor santafesino visualizó un peatón desconcertado al tratar de cruzar la calle y a los minutos se dio cuenta que tenía problemas de visión.

Otros coinciden en que fue el fotógrafo inglés ciego James Biggs, el primero en usarlo, allá por 1921. El hombre pintó su bastón para indicar su condición.

Sin embargo, la idea fue patentada por George A. Benham, presidente del Club de Leones de Illinois, en Estados Unidos.

Más allá de quién lo creo, el bastón blanco se ideó en principio como una medida de seguridad, especialmente en los lugares de tránsito.

El Día Internacional del Bastón Blanco se celebra el 15 de octubre a fin de concientizar a la población sobre la importancia de este elemento para la orientación y movilidad de las personas ciegas.

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La fecha fue instituida por representantes de todas las organizaciones e instituciones de la Unión Mundial de Ciegos que se reunió en París en 1980.

En el mundo hay 253 millones de personas con discapacidad visual, según datos de fines de 2017 de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ese total, 36 millones tienen ceguera y 217 millones, discapacidad visual en diferentes niveles, de moderada a grave, también llamada “baja visión”.

El bastón blanco es el instrumento de orientación y movilidad más usado en el mundo y permite facilitar la detección de obstáculos en la vía pública

Otras particularidades:

El bastón blanco es fabricado con fibras sintéticas, tiene un mango redondo en forma de gancho, madera o plástico y la parte inferior suele ser de color rojo para generar más contraste.

Es liviano y su tamaño es simétricamente proporcional a la estatura media de la persona.

Su uso correcto requiere de una técnica rítmica de contacto de dos puntos, donde el contacto del puntero con el suelo emite unas vibraciones que se intensifican, dependiendo de la dureza de la superficie.