Presos de Buenos Aires entrenan perros para asistencia

Internos de una cárcel de Buenos Aires, ubicada en la localidad de San Martín, forman parte de un inédito programa en adiestramiento de perros de asistencia para personas con discapacidad.

La experiencia se desarrolla en la Unidad 48 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y se denomina Programa Canino de Integración (PROCAIN), el cual promueve la formación de los internos en el adiestramiento de perros de asistencia (PA) a través de una actividad terapéutica y asistencial.

Este proyecto forma parte del programa “Más trabajo, menos reincidencia” impulsado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y busca capacitar a los internos para que puedan conseguir una salida laboral con una participación integradora y constructiva en la sociedad.

La convocatoria al programa está abierta tanto a privados de libertad como a penitenciarios. El programa se lleva adelante de lunes a viernes de 8.30 a 16 y sábados y domingos de 8.30 a 13, y cuenta, en esta primera etapa, con un grupo de ocho internos.

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“Escuché sobre el proyecto de los perros, estuvimos mirado algunos documentales y me di cuenta que un perro le puede cambiar el día a día a una persona, la puede ayudar y hasta salvarle la vida”, dijo Cristian, uno de los participantes de 31 años. 

La capacitación consta de tres módulos: adiestramiento, paseo canino y peluquería canina. Prevé una duración de seis meses y al finalizar los internos recibirán un diploma en adiestramiento básico avalado por la UNSAM y comenzaría un nuevo grupo para darle continuidad a esta novedosa experiencia.

Se trabaja con tres perros rescatados para el proyecto, que luego serán dados en adopción responsable y el objetivo es que puedan vincularse al programa que lleva adelante la Universidad destinado a personas con discapacidades que necesitan perros que las asistan.

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Además de la formación específica del trabajo con el animal, PROCAIN se basa en el respeto a reglas de conducta y de convivencia y el aprendizaje de valores como la solidaridad, el compañerismo y el compromiso, así como la autonomía de los participantes.

David Ringa, peluquero canino, adiestrador y guía can desde hace diez años en la Unidad 48, expresó: “El objetivo del programa es el adiestramiento de perros de asistencia. Lo que buscamos es la vinculación del interno y el perro y que las personas privadas de libertad aprendan, se capaciten, se profesionalicen y que puedan salir en libertad con un trabajo”.

“La vinculación con un perro estimula los sentimientos más profundos” destacó y “los internos están muy entusiasmados, están aprendiendo un oficio y nosotros buscamos el compromiso de ellos porque saben que están en un programa de trabajo”, agregó Ringa.