La capilla croata que sobrevivió a la inundación en Miramar de Ansenuza

Muy cerca de la Laguna Mar Chiquita, se encuentra la Capilla de San Antonio. Se trata de una construcción de origen croata que guarda una historia muy especial. 

Después de la Segunda Guerra Mundial, fue protagonista en tiempos donde llegaban a nuestro país numerosos grupos de refugiados de diferentes nacionalidades. En ese momento, se decide comenzar a organizar “hogares” para niños croatas huérfanos.

"Tiene una historia riquísima de aquella época de guerra y posguerra. Es una capilla que se hace junto a un hogar, el hogar San Antonio, que brindaba atención a los niños huérfanos de la guerra, croatas especialmente", dijo a Cadena 3  Adrián Walter, intendente de Miramar de Ansenuza.

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"Tuvo una historia muy importante en aquellos comienzos de nuestra localidad. Y también para la contención, no solo para esos niños sino también para los niños de acá, que han podido hacer sus estudios y sus experiencias religiosas en esta maravilla que nos quedo luego de la inundación", agregó.

La inundación que afectó a Miramar de Ansenuza en 1977 "tuvo sus pico más altos en 2003, allí el agua estuvo  muy cerca, afectando lo que luego fuera demolido, que es donde funcionaba el hogar. La capilla se salvó, se pudo rescatar. La cooperativa eléctrica y un grupo de vecinos pudieron restaurarla, ponerla en valor. Tiene un material muy rico para nuestra localidad", explicó el intendente. 

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Aún se conservan algunos elementos originales. Los muebles son originales y restaurados. La ropa, como manteles y túnicas de monaguillos, es original. Los libros y el altar también pudieron ser rescatados.

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Informe de Rosalía Cazorla.