Alberto Fernández no logró sacarle una sonrisa a Francisco

Carlos Marcó

En las altas esferas del poder, los gestos lo dicen todo. El papa Francisco aceptó el pedido de reunión del Gobierno, pero nunca se lo vio cómodo en su encuentro con el presidente Alberto Fernández.

Todos recuerdan el frío contacto que mantuvo en febrero de 2016 con el por entonces mandatario nacional Mauricio Macri. Y en las filas del Gobierno esperaban gestos más amables del Pontífice con el presidente peronista. Fue el primer encuentro entre ambos después de la aprobación de la ley del aborto en Argentina. Y Francisco le hizo sentir a Fernández su malestar.

El cónclave duró solamente 25 minutos, apenas 3 minutos más que el encuentro con Macri y muy diferente a los 60 que en su momento le dedicó al entonces presidente cubano Raúl Castro en 2015.

A Macri el Papa le regaló una medalla del Vaticano y la encíclica “Laudato si”. A Fernández le obsequió un mosaico que dice: “Que el fruto de la tierra y la obra del hombre se conviertan para nosotros en alimento de vida eterna”. Y su último mensaje de la Jornada Mundial de la Paz. Regalos fríos.

Las fotos distribuidas por Presidencia los muestran separados por un escritorio de madera, sin ningún gesto de cercanía, y luego en la imagen protocolar con la primera dama Fabiola Yañez, donde el Pontífice mantuvo su gesto adusto.

Según lo mostrado, Francisco lo puso a Fernández en la misma y distante vereda que en su momento colocó a Macri.

No obstante, cabe mencionar que Francisco hizo gestiones para que Fernández se reúna con la titular del FMI, Kristalina Gueorguieva, con el propósito de quitar peso de la deuda externa sobre los argentinos.