Bielsa, el urbanismo y el paro de Aoita

Guillermo López

Para evitar riesgos cuando se ataca en un partido de fútbol, lo más fácil es tirar un pelotazo (aéreo) de 50 metros en lugar de salir desde el fondo mediante una sucesión de pases.

"¿Cómo se ataca mejor, corriendo riesgos o sin tenerlos? Se ataca mejor corriendo riesgos permitiendo que la pelota llegue a los creativos de manera más prolija, al ras del piso, y no que lo disputen en altura y de manera dividida".

La explicación es de Marcelo Bielsa, técnico de la selección uruguaya de fútbol (la pueden ver en el video que está debajo). Describe su sistema de juego y puede utilizarse como analogía del urbanismo de la ciudad de Córdoba desde hace décadas.

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¿Salir jugando es riesgoso? Si. ¿Y cómo se ataca mejor? Corriendo riesgos! ??

Marcelo Bielsa ????pic.twitter.com/yK19noFMq7

— La pizarra de Bielsa (@pizarrabielsa) July 9, 2024

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Las diferentes gestiones comunales pegaron pelotazos de 50 metros para evitar los dolores de cabezas de crear una "ciudad compacta", como repite desde hace años el arquitecto colombiano Gustavo Restrepo.

"En los últimos 25 años la Ciudad de Córdoba creció territorialmente más que demográficamente en su radio céntrico y periférico al Centro, esto tiene que ver con el ordenamiento territorial y a la no planificación urbana en los últimos 40 años".

La frase es de uno de los desarrollistas inmobiliarios más importantes de Córdoba y del interior del país y es pertinente recordarla esta semana cuando un paro de transporte interurbano que se extendió por cinco días dejó a pie a miles de personas.

La mancha urbana es más densa en el Gran Córdoba y la falta de planificación muestra -en el sistema de transporte popular- una de sus consecuencias más crueles. En lugar de crecer para arriba se expandió -desordenamente- hacia los costados, encareciendo servicios -cada vez más deficientes- y provocando daños ambientales.

"Córdoba dentro de su circunvalación tiene suelo para los próximos 90 años si el eje central hubiera sido la densidad media, como hacen las ciudades avanzadas. Tendríamos hoy una ciudad mucha más amigable y más sustentable y seguramente podríamos pensar en una ciudad inteligente", acotó el arquitecto y desarrollista, que también está harto de los pelotazos.