El juego de las conveniencias

Julio Perotti

A esta altura es un juego, casi lúdico. Para tomar papel y lápiz.

Pero a los que ponen en juego el cuero por una candidatura les sirve para estructurar sus discursos y sus eslóganes.

Se trata de ver qué le conviene a cada quién.

Es decir, en la vereda de enfrente quién es el adversario más simple para ganarle.

Y esto tiene una escala intermedia: las Paso del 13 de agosto, como primarias para definir los candidatos.

Pero además es importante para saber si hay segunda vuelta o todo se puede resolverse el 22 de octubre, en la primera vuelta.

En este juego imaginario, veamos a las principales figuras de esta contienda.

Sergio Massa. El ministro-candidato es el que la tiene más complicada, porque si se corre para un lado, pierde del otro. Si se tira hacia el centro y la derecha, pierde la cristinismo duro.

Si tuviese que enfrentar, entonces, a Horacio Rodríguez Larreta tendría que jugar con un discurso de centro, e irse hacia la izquierda con cuidado. Atribuirle a Larreta intenciones privatizadoras a ultranza, puede ayudarlo hacia al izquierda, pero lo coloca ante un discurso que su boca puede sonar poco creíble.

Si, en cambio, fuese contra Patricia Bullrich, entonces podría tratar de instalar el relato, como hacen otros candidatos, de que lo que viene serán calles con fuertes confrontaciones, planes sociales que se perderán y una crisis con represión.

Y si se trata de Javier Milei, quizá sea lo que menos problemas le genera. Frente a las posiciones más extremas del líder libertario, el centro y la izquierda serán andariveles más cómodos.

Pero también el kirchnerismo necesita a Milei para frenar el avance de JxC. Pero no tanto: la estrategia es que se divida el voto opositor.

Horacio Rodríguez Larreta. Si se convierte en el candidato de Juntos por el Cambio, parece difícil que se vaya a correr el discurso del consenso, no importa quien tenga al frente.

Trata de mostrarse un poco más que candidato y generar una idea de estadista, que pone la gestión por encima de las disputas políticas.

Pato o gallareta, en algún momento va a tener que entrar un poco en el barro, en particular porque desde el kirchnerismo van a tratar de acorralarlo.

Contra Milei, al igual que Massa, el centro le ofrece un espacio amplio para moverse. Siempre Milei empuja a los demás por fuera de su área de influencia, con lo cual todo depende de cuánto sea la masa crítica de votos del libertario.

Patricia Bullrich. Parece ser la más cómoda, se trate de Massa o de Milei. En particular porque su discurso está orientado al orden público, contra los piquetes. Es un “todo o nada” que Massa no puede exhibir y que, si se trata de Milei, nadie tiene bien en claro qué implica.

Y si es ella la que sobrevive a la Paso frente a Rodríguez Larreta, buena parte del voto de derecha libertario podría concurrir hacia ella.

Javier Milei. Por último, el libertario, que pasará sin problemas a la elección general, pero no se sabe aún cómo le impactan los escándalos por la supuesta venta de bancas.

Más allá de esto, a él le vienen cómodos cualquiera de los adversarios. Todos encuadran en su definición de “casta” y ninguno lleva las ideas de libertad económica al extremo que lo hace Milei.

Conclusión.

- El oficialismo/kirchnerismo/cristinismo de Massa necesita que Milei salga bien parado de las Paso y mantenga la división en tres tercios.

- A Juntos por el Cambio, en cualquiera de sus dos vertientes, que Milei caiga y recibir parte de sus preferencias y que haya sectores medios no partidistas, pero básicamente anticristinistas que se inclinen por una oferta de centro.

PD. De la elección del Presidente y vice. Constitución Nacional

Artículo 97. Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta, hubiere obtenido más del cuarenta y cinco por ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos, sus integrantes serán proclamados como Presidente y vicepresidente de la Nación.

Artículo 98. Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta hubiere obtenido el cuarenta por ciento por lo menos de los votos afirmativos válidamente emitidos y, además, existiere una diferencia mayor de diez puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativos válidamente emitidos sobre la fórmula que le sigue en número de votos, sus integrantes serán proclamados como Presidente y vicepresidente de la Nación.