El maleficio de los aviones

Julio Perotti

El escándalo del avión con pasaje venezolano e iraní aterrizado en Ezeiza está causando un sacudón en la política de los países de la región.

Vamos por partes

En la Argentina, la oposición quiere conocer qué hacían realmente los 14 venezolanos y los 5 iraníes a bordo del Boeing 747 Dreamliner de la firma Empresa de Transporte del Sur SA (Emtrasur), comprado por Venezuela a Irán y que transportaba autopartes.

Y mientras tanto, el Gobierno de Alberto Fernández navega en la confusión, sin un discurso unificado.

Mientras el jefe de inteligencia, Agustín Rossi, dice que en realidad los iraníes enseñaban a pilotear a los venezolanos.

Pero el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, había relacionado a los iraníes con la Guardia Revolucionaria de Irán, grupo al que Estados Unidos considera "terrorista".

(No olvidemos atentados a la embajada de Israel y a la Amia).

Y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, dice que Uruguay no lo dejó entrar porque Argentina lo alertó.

¿Y por qué pudo aterrizar en Ezeiza y, aunque por algunas hora en Córdoba cuando le niebla se lo impidió alli?

Paraguay. Antes de llegar a la Argentina, ese mismo avión había estado todo un fin de semana en Ciudad del Este para trasladar un cargamento de cigarrillos de Tabacalera del Este SA (Tabesa) por casi 800.000 dólares.

Uno de los dueños de esa tabacalera es el expresidente paraguayo Horacio Cartes, amigo de Mauricio Macri, una relación que el Gobierno argentino aprovecha para atacar políticamente.

Es que el exmandatario paraguayo está sospechado de lavado de activos.

Estos movimientos, dicen en Paraguay, fueron avisados a todos los gobiernos de la región.

Queda la duda sobre qué hizo la tripulación ese fin de semana en Ciudad del Este, donde se sabe que confluyen terroristas y contrabandistas.

Y en Uruguay, el Frente Amplio quiere convocar al Parlamento al ministro de Defensa, Javier García, para que diga qué informaciones tenía el Gobierno de Luis Lacalle Pou sobre el misterioso vuelo de esta aeronave.

De alicates y valijas

Los aviones siempre causaron dolores de cabeza al kirchnerismo.

Repasemos:

Escándalo con EE.UU. En 2011, durante el gobierno de Cristina, su canciller, Héctor Timerman, abrió con un alicate un maletín que traía, junto con armas y equipamiento, una delegación militar estadounidense que venía a participar de ejercicios conjuntos.

Hasta le exigieron que les dieran las claves de equipos de comunicaciones, a lo que los militares estadounidenses se opusieron, por lo que se los incautaron.

Fue un escándalo diplomático en el que hasta intervino el entonces presidente Barack Obama para que se devolviera el maletín.

Cómo habrá sido el impacto que se recuerda que el Pentágono tuvo cerrar por dos horas todas sus comunicaciones a nivel mundial para modificar sus códigos de seguridad.

El maletín venezolano. En 2007, el venezolano Guido Antonini Wilson llegó a la Argentina con el entonces titular del Occovi, Claudio Uberti, y una valija con casi 800.000 dólares.

Venía en un avión contratado por la empresa venezolana de energía y luego declaró que los fondos eran “para la campaña” presidencial de Cristina.

La entonces agente aduanera María Luján Telpuk le ordenó al empresario venezolano que abriera la valija. Hubo un juicio en Miami en el que Antonini dijo que no sabía nada de ninguna plata y que la valija no era de él.