La enfermedad de Kate: de las peores crisis de imagen de la familia real británica

Luis Eduardo Meglioli

Los medios europeos tienen claro que cualquier información o rumor que protagonice un miembro de las familias reales son apreciadas y seguidas con gran interés por un alto porcentaje de la población. Sobre todo si esos miembros pertenecen a la línea de sucesión al trono, es decir, son herederos de la corona. En esta ocasión al cáncer de próstata descubierto en Carlos III por el que fue operado el 26 de enero en The London Clinic, se sumó el ingreso horas después en el mismo centro de salud de la princesa Catalina (Kate Middleton), esposa de Guillermo, hijo mayor de Carlos y príncipe heredero de la corona.

El problema de salud de Kate tiene todas las características de un cáncer, según los medios ingleses, y esto surge de un diagnóstico que no ocultan en el palacio de Buckingham. La diferencia entre la comunicación del problema de Carlos III y el de Kate es que el rey entró y salió por la puerta principal de la clínica, mientras que la futura reina consorte lo hizo por puertas secretas y nadie informó sobre el porque de la internación y qué sucedió mientras estuvo allí. A raíz de esta falta de datos comenzaron a crecer los rumores hasta llegar a comentarse que Kate había muerto. La publicación días después de una polémica fotografía de Kate con sus tres hijos saludando en el Día de la Madre en Londres la pasada semana, creó otro río de criticas porque se comprobó que la foto había sido editada por la propia Kate para salvar supuestos rasgos de la enfermedad en su cuerpo.

Ahora, una ultima fotografía conocida este lunes y tomada el pasado domingo, muestra a la pareja principesca caminando por una tienda de productos agrícolas en Windsor Farm Shop, cerca del palacio de Kensington, donde residen, y en la que se puede observar a Kate por primera vez desde el comienzo de sus problemas de salud. Ambos han permitido que algunos clientes los filmen y toda esta información luego captada por los medios ha llevado tranquilidad a los británicos, que siguen con interés casi familiar la vida de los miembros de la corona.

Para los expertos en la imagen de la familia real, estos idas y vueltas sobre el estado de salud de la princesa ha provocado una de las peores crisis de imagen de la corona en muchos años.

A pesar de la publicación de esta última fotografía, nadie sabe aún qué problema de salud tiene Kate y si fue solucionado durante su internación.