La muerte de Kim Gómez y una sensación de impotencia
26/02/2025 | 15:16Redacción Cadena 3

Es difícil explicar la complejidad de la situación en La Plata. El centro de la ciudad, con su diseño en cuadrados y diagonales, puede confundir a quienes no están familiarizados. Sin embargo, es una ciudad que, a pesar de su circunvalación corta, se caracteriza por un orden en su trazado. No obstante, eso no evita que la inseguridad se convierta en un tema recurrente y doloroso.
Los ladrones que mataron a la nena de siete años vieron que ella estaba en la parte de atrás del auto que robaron y no pararon. El delincuente de 17 había salido de la cárcel hace unos días por hacer exactamente lo mismo. Hubo una fiscal que ordenó liberarlo y mandarlo a responsabilidad de los padres.
¿Qué carajo hacemos? Todo deja una sensación de impotencia. Esa niña ya no vuelve más.
La pérdida de Kim no es solo una tragedia personal; es un reflejo de un sistema que falla en proteger a los más vulnerables. La seguridad no debería ser una ideología, sino un derecho básico.
La vida de nuestros hijos y el derecho a vivir en paz son fundamentales. Hablar de seguridad no implica recurrir a la violencia, sino a la necesidad de cuidar y hacer cumplir la ley de manera efectiva.
La Justicia, el sistema y las autoridades parecen estar desconectados de la realidad que enfrentamos. La falta de recursos y efectivos, así como una Justicia que a veces parece indiferente, contribuyen a un clima de inseguridad permanente.
Esta niña, con sus paletas de leche recién caídas, representa no solo una vida truncada, sino un llamado de atención que no podemos ignorar.
Falla la Justicia, falla el sistema, falla el gobernador, fallan todos y desde hace años fallan.
Este es uno de los tantos dramas que tenemos y es permanente el de la inseguridad, con la droga, con la inacción, con la falta de efectivos, con una Justicia por momentos promiscua, que le importa un comino.
Los fiscales y los jueces viven en lugares donde esta porquería de inseguridad no pasa. Kim tenía siete años, siete años tenía la nena que mataron. Solo siete.