Milei tiene la ley posible; no es poco

Sergio Suppo

En los últimos tiempos, el Gobierno demostró un notable cambio de actitud y estrategia. Este gobierno que hoy aprueba leyes significativas parece ser otro distinto al que vimos hace algunas semanas. La velocidad de los cambios y el aprendizaje visible en muchos dirigentes es realmente asombrosa.

Para llegar a este punto, el Gobierno tuvo que pasar por una dura derrota entre enero y febrero, cuando la primera versión de la ley ómnibus fue rechazada en la Cámara de Diputados. Este fracaso inicial marcó un proceso de aprendizaje importante para el Gobierno sobre la necesidad de negociar y construir relaciones políticas sólidas.

Este aprendizaje no sólo se limita a las fronteras nacionales, sino también se extiende hacia afuera. El Gobierno recibió mensajes claros del Fondo Monetario Internacional, potenciales inversores externos e importantes empresarios argentinos sobre la importancia de tener leyes sólidas y evitar gobernar por decreto.

También es importante destacar que en esta misma sesión se está votando un paquete impositivo junto con la ley ómnibus. Esta decisión refleja claramente los intereses políticos involucrados, particularmente los gobernadores provinciales que han logrado asegurarse una coparticipación más elevada respecto a lo que tenían antes.

Es cierto que esta ley no es exactamente lo que el Gobierno hubiese deseado inicialmente, pero representa un avance significativo. La política se construye también a base de acuerdos y compromisos, y aunque esta herramienta legislativa no sea ideal, marca un paso adelante importante.

El camino hacia esta ley ha sido difícil y lleno de obstáculos. Para ver el resultado final, debemos esperar a ver cómo se desarrolla la situación en el Senado de la Nación. Sin embargo, es probable que si la ley pasa por Diputados, el Senado trate de votarla tal cual está para evitar un tratamiento legislativo interminable.

Es importante destacar que aunque esta ley sea menos de lo que se esperaba inicialmente, proporcionará al Gobierno herramientas importantes para avanzar en su programa de reformas. Por ejemplo, permitirá una serie de privatizaciones y demostrará con hechos concretos que las promesas del Gobierno son reales.

En conclusión, estamos presenciando un momento clave para este gobierno. Aunque todavía queda mucho por hacer y muchos desafíos por enfrentar, este avance legislativo representa un paso significativo en la dirección correcta.