¿No sentís olor a podrido?
06/04/2025 | 10:22Redacción Cadena 3

“Las instituciones quedan, los gobiernos pasan”. La frase pertenece a la senadora ultracristinista Anabel Fernández Sagasti, voz principal del novedoso republicanismo que exudó Unión por la Patria el jueves en el Senado.
Ocurrió cuando la mayoría de los legisladores rechazó los pliegos de los postulados por el Presidente Milei para sumarse a la Corte Suprema. Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, afuera.
La importancia de las instituciones la había recordado también el expresidente Mauricio Macri la semana pasada durante una visita a la Bolsa de Comercio de Córdoba. “La falta de apego a la institucionalidad comienza a afectar el plan económico”, dijo en un salón al pie de las Sierras Chicas. Muy cerca del barrio Estancia El Terrón, donde está construyendo una casa.
Los ejemplos, a nivel nacional, se traen a colación para demostrar la relevancia de la discusión (en el plano político-judicial-económico) del funcionamiento de las reglas que organizan una sociedad.
Por eso vale la pena destacar, a nivel provincial, el sorpresivo escándalo que sacudió esta semana en la Justicia cordobesa. Todo lo contrario a lo pedido por Sagasti y Macri. Una mancha a la institucionalidad.
Se conoció también el jueves, cuando el fiscal de Delitos Complejos de Córdoba, Enrique Gavier, resolvió acusar al asesor oficial del Tribunal Superior de Justicia, Eduardo Caeiro, de haber filtrado presuntamente un examen de concurso para acceder al cargo de prosecretario letrado en el flamante Ministerio de la Defensa.
Caeiro le habría facilitado las preguntas a cuatro empleadas. Una de ellas -con 10 años y medio de experiencia como escribiente en el Poder Judicial- habría obtenido el 100 por ciento del puntaje.
Lo que se investiga tras la denuncia del fiscal Gavier es si bajo un manto de legalidad, “la política” creó nuevos cargos y se accedía a ellos con trampa.
“La república sirve para que la palabra y la acción se reencuentren en un proyecto absolutamente ético”, sintetizó días atrás el filósofo Santiago Kovadloff en una entrevista en TN. Y recordó: “El sentido de la vida está unido a los valores; los valores, al lenguaje; el lenguaje, a la discusión; la discusión, a la búsqueda de consensos”.
Si uno busca en el diccionario de la Real Academia Española uno de los sinónimos de corrupción es putrefacción.