Van a descongelar la tarifa del gas, pero para bajarla

Adrián Simioni

El director del Enargas, Federico Bernal, confirmó hoy en una entrevista que las tarifas del gas residenciales van a aumentar entre 6 y 7 por ciento a partir de mayo.

“Tenemos la instrucción de terminar el congelamiento”, le dijo Bernal a El Cronista.

Efectivamente, con este cambio se termina el congelamiento. Pero no va a ser para subir las tarifas, sino, en términos reales, para bajarlas.

¿Por qué digo esto? Porque la inflación menual promedio desde diciembre ha sido 3,9%. Si la inflación se mantiene así en marzo y abril, cuando Bernal aplique el 6% en mayo, las tarifas quedarán 1,8 puntos porcentuales adicionales por abajo de la inflación de ese bimestre.

El economista Francisco Ballester plantea exactamente eso. Publicó un gráfico según el cual la tarifa real del gas hoy es la misma que había en 2003. El kirchnerismo las dejó caer a un valor cercano a cero, lo que provocó la pérdida del autoabastecimiento y un enorme gasto récord histórico en importaciones de energía. Hoy las tarifas reales, congeladas desde marzo de 2019, están a la mitad del valor que alcanzaron entonces.

El anuncio de Bernal tira abajo definitivamente los planes del ministro de Economía, Martín Guzmán. Claro, es que aunque en el organigrama los funcionarios de energía figuran debajo de Guzmán no le responden a él sino al Instituto Patria. De hecho, los eligió Cristina Fernández, no el ministro.

Guzmán quería tener las tarifas ya subidas en un 30 por ciento para marzo.

Guzmán quería empezar a recuperar el valor de las tarifas para que el Estado tuviera que emitir menos pesos para pagar los subsidios a la energía. Pero a este ritmo, este año esos subsidios, en lugar de bajar, van a tener que aumentar. No son buenas noticias para el futuro de la inflación.