Yo viví el Gran Confinamiento

Marcos Calligaris

Ya sea en Córdoba, en Moscú o en Manila, millones de personas atraviesan una primera parte del año inimaginada, confinadas a causa de una mortífera pandemia, como solo habíamos escuchado hablar en las clases de historia o en películas de Hollywood.

La pandemia del coronavirus ha logrado detener la gran rueda del desarrollo que parecía imparable desde la Revolución Industrial, una situación en la que nadie es capaz de ofrecer certezas sobre cómo acabará, y que con seguridad será recordada por siglos. Una circunstancia semejante, tarde o temprano iba a ser identificada con mayúsculas, y así lo hizo el Fondo Monetario Internacional, que a través de su economista jefe, Gita Gopinath, presentó un informe en el que definió a las consecuencias de la pandemia del covid-19 como el Gran Confinamiento (The Great Lockdown).

La economía, con respirador

No es para menos, el FMI estima que habrá una recesión económica muy profunda, la peor caída en más de 90 años, cuando se produjo la Gran Depresión. En EE.UU., por citar un caso, las solicitudes de subsidio de desempleo rebasaron los 22 millones de personas en cuatro semanas, y para abril la tasa de desempleo podría terminar rondando el 16 %.

En cuanto a América Latina y los países del Caribe, el organismo estima una contracción económica general en torno al 5,2 % para el 2020, lo que equivaldría a registrar un crecimiento cero en la década 2015-2025. Para Argentina se estima un 5,7 %.

China, por su parte, tampoco está saliendo indemne y mostró una caída en su economía del 6,8%, la primera desde que se lleva registro.

¡Son las vidas, estúpido!

Lo anterior expuesto, en cuestión de economía y finanzas. Pero aún más grave es lo que sucede en materia humanitaria, con más de 165.000 de vidas perdidas y contando, y cerca de 2,5 millones de contagiados por coronavirus en todo el mundo, según un balance del Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.

Todo esto ratifica que no vivimos una época más. El FMI lanzó el guante y los medios no tardaron en recogerlo y comenzar a viralizar el término. Lo mismo hizo la Fundación del Español Urgente (Fundéu), que ya tomó cartas en el asunto y este mismo lunes recomendó cómo escribir el término, haciendo hincapié en la utilización de las mayúsculas si nos referimos al actual "acontecimiento histórico, como ocurre con la Gran Depresión".

Es oficial, estamos viviendo el Gran Confinamiento, y así se lo contaremos a las próximas generaciones. Pero más allá de las definiciones, lo verdaderamente importante es recordar que de los grandes acontecimientos históricos que abatieron a la humanidad también se salió. Que esta vez sea con lecciones aprendidas.