Teléfono para nuestros políticos

Fernando Genesir

 Para mí fue conmovedora la despedida de Esteban Bullrich llorando en su banca y con la emoción de todos los que lo escuchaban; de su familia, de sus hijos, de sus seres queridos, de sus compañeros en la cámara alta de la nación Esteban Bullrich, que fue diagnosticado hace un tiempo de ELA renunció a su banca en el senado debido a esta enfermedad.

Dijo Bullrich me gustaría que se recordara de mi paso por este cuerpo, la búsqueda constante de consenso a través del diálogo. Y además afirmaba lo siguiente: “ desde que entré a la política hace casi 20 años siempre intenté ser fiel a mí mismo, no mentirme, hacer lo que sentía justo, aunque no fuera conveniente. Hoy en este recinto del que me honra ser parte,vengo a hacer algo que va en contra de cada fibra de mi cuerpo. Nada de lo que soy me indica que éste es el camino que quiero seguir, pero creo firmemente en la idea de que el interés público siempre, siempre, siempre debe estar por encima de los intereses personales. La realidad nos impone esta decisión y debo aceptar la realidad con todo el dolor y la frustración de no tener alternativa, quiero anunciar mi renuncia al cargo de senador por la provincia de Buenos Aires”.

“Nada de lo que soy me indica que este es el proyecto que quiero seguir”, decía Bullrich pero bueno, renunció y en otra parte de su discurso muy interesante me parece que deberíamos anotarlo porque, dijo “me gustaría que se recordara de mi paso por este cuerpo la búsqueda de consenso constante a través del diálogo” y en otra parte de de sus palabras les dijo a sus colegas legisladores” aprovechen que Dios le da la voz y la fuerza. Nuestro país clama por consenso, hay que dialogar con el corazón y con la mente abiertos”, y consideró que la Argentina actual” es el resultado de la grieta y de la incapacidad de encontrar soluciones comunes”.

Por eso, casi en el final consideró, “todos hemos sido culpables de gobernar con tapones en los oídos”, un discurso emocionante y con lo que a mi me parecen muchas verdades. Bullrich pidiéndole a la política, a sus colegas, a los dirigentes, diálogo, consenso, Unión. Y se fue ovacionado del Senado después de que renunció a su banca para enfrentar esta enfermedad, se despidió por una invocación al consenso y con un aplauso generalizado.