5 razones para no perderse la nueva versión de "Pinocho" de Guillermo del Toro

Por Francisco Vidal

La nueva versión de "Pinocho" a cargo de Guillermo del Toro genera sensación en Netflix. Y eso está justificado, gracias a una película animada para grandes y chicos que logra emocionar y divertir al mismo tiempo.

A continuación, te contamos por qué creemos que deberías darle una oportunidad si todavía no la viste: 

El cuento desde otro punto de vista

Guillermo del Toro calificó a este proyecto como el gran sueño de su carrera y adaptó el clásico cuento de Carlo Collodi a una historia que es distinta, en muchísimos aspectos, a la que hizo Disney. 

El relato que todos conocemos del niño de madera construido por Gepetto se cuenta aquí en un contexto de la Italia de 1930, en pleno auge del fascismo de Mussolini, algo que deja entrever el film.

Es así que Del Toro le pone su impronta a estos personajes animados cuadro por cuadro, con rasgos extraños y llamativos. Eso la vuelve fascinante y por momentos hasta algo oscura -lo que no quiere decir que no sea para toda la familia, aunque pueda impactar a niños muy muy pequeños (pero es para mayores de 7). 

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Del Toro, que coescribió junto a Patrick McHale y dirigió con el experto en ese tipo de animación Mark Gustafson, recupera la historia del carpintero Gepetto, que pierde a su hijo y busca reemplazarlo con uno hecho de madera, a quien un hada -que aquí tiene otro tono- le da vida. La película de Netflix encausa esta premisa con momentos divertidos -sobre todo los de Sebastián Grillo- y sobre todo emocionantes.

Y cabe destacar su gran elenco de voces: Gregory Mann, Ewan McGregor, Finn Wolfhard, Ron Perlman, David Bradley, Tilda Swinton, Cate Blanchett y Christoph Waltz, entre otros, en la versión original. 

Potentes reflexiones

La narración da lugar a marcadas y por momentos duras reflexiones sobre la naturaleza del vínculo entre un padre y un hijo, el autoritarismo, el miedo a lo distinto y la búsqueda de reemplazar las pérdidas. 

Es por eso que "Pinocho" consigue transmitir mucho más que un rato de diversión.

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Un musical sin exagerar

Más allá de que la película se presenta como un musical, no está completamente cargada de momentos de música y coreografías, lo que podría agobiar a quienes no les gusta el género.

Las canciones no son más que un justo acompañamiento de ciertos momentos para reforzar algunos conceptos o emociones. 

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Un trabajo de animación artesanal

A Del Toro le llevó 15 años poder sacar a la luz esta versión del cuento. Lo anunció en 2008 y las idas y vueltas no dejaban ver la luz al proyecto. 

Muchos le sugirieron que lleve adelante la película con animación tradicional 2D, pero él se mantuvo firme en usar la técnica stop-motion, con la que utilizan figuras de distintos tamaños y maquetas para grabar cuadro por cuadro cada cosa que ocurre.

Ese trabajo de artesano que se hizo en un estudio especial de México y en Estados Unidos se puede explorar aún más en el documental "Pinocho de Guillermo del Toro: cine tallado a mano" que está en la misma plataforma. 

Cine animado, pero para todas las edades

Uno de los conceptos que el propio realizador buscó remarcar es que quiso demostrar que la animación no es algo que es solamente para niños.

Y esto se puede ver en esta producción, que trae un marco de profundidad que puede alcanzar fácilmente a los adultos también.