A pura adrenalina llega a los cines "Rápidos y Furiosos 9"

Los norteamericanos han acostumbrado al mundo a denominar hechos artísticos con palabras que proceden del mundo de los negocios. Así, películas que amamos porque están ligadas a toda clase de acontecimientos felices, son tratadas como parte de una “franquicia”, con lo cual manifestaciones de lo que se conoce como séptimo arte quedan indisolublemente unidas a los fondos que recaudan y que terminan justificando -o no- una nueva edición.

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El fenómeno más resonante de las dos últimas décadas en materia de taquilla es “Rápidos y Furiosos” que tendrá en las próximas horas el estreno de su noveno episodio, una saga tan conocida que en buena parte del mundo le facilita al espectador hasta el título porque han resumido su nombre en inglés (Fast and Furious) a la letra F acompañada por el número.

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Esta vez, Dom Toretto (Vin Diesel) lleva una vida descansada y tranquila junto a Letty y su hijo Brian cuando una amenaza que viene de afuera lo enfrentará con los aspectos más controvertidos de su pasado y lo forzará a dejar la paz del hogar para proteger a los suyos. En un periquete reunirá a todo el equipo que en tiempo récord diseñará el contrataque para impedir que triunfe un complot a escala mundial.

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La dirección está a cargo del taiwanés Justin Lin, que tiene una vasta experiencia en el universo de esta clase de filmes donde la acción y la espectacularidad están siempre por encima de lo verosímil que, por otra parte, es lo último que buscaría alguien que elige sentarse a ver una historia donde los autos suelen ser más rápidos que los aviones y donde el conductor va de proeza en proeza a la velocidad de la luz.

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“Rápidos y Furiosos” sobrevivió a su protagonista inicial, Paul Walker , trágicamente desaparecido en 2013. La película que inauguró un fenómeno de alcances impredecibles es de 2001, reunía a Diesel y Walker, Michelle Rodríguez y Jorada Brewster y fue dirigida por Rob Cohen. La idea de los guionistas Ken Li y Gary Scott Thompson fue respaldar con historias policiales el mundo de las carreras callejeras con coches modificados.

A propósito de esos vehículos, el icónico Toyota Supra naranja de Brian O Conner, el personaje que hacía Walker, acaba de ser subastado por Barret y Jackson en la cifra récord de 550 mil dólares.

Para quienes aman los fierros y son seguidores fieles de R y F hay que decir que el auto fue construido por Eddie Paul para el filme inicial y después se modificó para otros episodios. Tiene pintura perlada Lamborghini Diablo Candy Orange y el famoso motivo “Nuclear Gladiator” diseñado por Troy Lee para el lateral. El coche cuenta con un alerón delantero y faldones laterales Bomex, capó estilo TRD, alerón trasero de aluminio y llantas Dazz. Aunque de fábrica tiene una transmisión automática de 4 velocidades, le adosaron una manual para que la conducción tuviera más mérito y suspenso.

La primera película transcurre íntegramente en Los Angeles, pero en las posteriores la acción se trasladó a Nueva York, Abu Dabi, Londres y Río de Janeiro. En el parque que los Estudios Universal tienen en la ciudad donde debutó la saga, cualquier turista puede vivir por algunos minutos la ilusión de compartir el asiento de acompañante de Dom o Brian.

Los técnicos recrearon en un túnel imágenes emblemáticas del filme y aunque el visitante está en un vehículo que circula a paso de hombre, tiene la vista clavada en una pantalla sin fin en la que es posible “volar” en los coches conducidos por los protagonistas de las historias que los fans conocen de memoria.

Y el otro elemento que los seguidores aprecian en cada entrega pasa por la música. Esta vez deben prepararse para disfrutar de las persecuciones al ritmo de Wiz Khalifa, DJ Snake, Kevin Gates, LE Choppa, Lil Tecca, Don Omar, Tyga y The Prodigy.