"Adulterio", la serie holandesa que derrocha pasión e intriga

Por María Rosa Beltramo

Interesante mezcla de drama tribunalicio y telenovela de lujo, “Adulterio” (Overspel), la serie que incorporó en julio Flow, se constituyó en excelente carta de presentación de la ficción holandesa, de la que llega poco y nada a esta zona del mundo, pese a los vínculos involuntarios pero importantes que existe entre Argentina y los Países Bajos porque Máxima, la reina consorte, nació bajo este cielo.

Hay tres atractivas temporadas que parten de la interminable sucesión de hechos desafortunados que se encadenan cuando la fotógrafa Iris (Sylvia Hoeks) conoce durante una muestra a Willem (Fedja Van Huet) y en cuestión de horas surge entre ambos una pasión arrasadora.

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Hay que aclarar que ella está casada con un fiscal con aspiraciones políticas y él es el marido de una rica heredera y además el abogado de su suegro, un poderoso empresario ligado a la actividad inmobiliaria, con vínculos con el poder y manejos peligrosos y poco claros.

El romance se lleva puesto todo. La primera temporada es de 2011 y significó un auténtico boom en su país de origen. Tan bien le fue que los norteamericanos, siempre a la caza de talentos internacionales, compraron los libros e hicieron “Traición” (Betrayal) que con pequeños cambios para adaptarla a la realidad estadounidense, reprodujo la historia de Overspel.

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Es muy probable que el principal mérito de la serie resida en la riqueza de los personajes. La mayoría de ellos no son fáciles de encasillar. Algunos parecen buenos pero son capaces de traicionar o de comprometer a los miembros inocentes de su familia con tal de hacer su voluntad.

Pero eso es sólo el núcleo de la historia; alrededor hay crímenes, cadáveres, maniobras políticas, intentos de soborno y un hombre poderoso que vive junto a un hijo discapacitado.

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Con lo poco que conocemos a la sociedad holandesa, “Adulterio” sorprende por la intensidad de los sentimientos de sus protagonistas. Hay un gran porcentaje de escenas donde las pasiones juegan un rol más importante que la trama policial.

La historia tiene perfiles  interesantes , más allá  de la evolución del romance entre el abogado  y la fotógrafa y de las reacciones del fiscal que está casado con ella  y la empresaria que  vive con él y que parecía una mujer algo anodina más preocupada por sus emprendimientos que por su compañero sentimental. Hasta que  entiende que está a punto de perderlo.