"Black Mirror" advierte a través de Netflix que la plataforma es peligrosa

Por María Rosa Beltramo.

El primer episodio de la nueva temporada de Black Mirror se llama "Joan es horrible", fue  dirigido por Ally Pankiw y escrito por Charlie Brooker, el cerebro creador de la serie.

La protagonista es Annie Murphy, la Joan del título, que tiene una vida casi envidiable : un novio amable que la despierta con una sonrisa y le prepara un desayuno suculento mientras ella chequea whatsapp y...oh sorpresa, un mensaje hace que mecánicamente oculte el celular debajo de la mesa. Claro, es un ex.

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Después se sube a su coche y entra a la empresa donde trabaja, en un edificio de vidrio y acero reluciente, en medio de un parque verde intenso.

La chica se hace cargo de sus responsabilidades  que incluyen despedir casi sin explicaciones a otra joven más o menos de su edad,que trabaja desde hace meses en un algoritmo que a la compañía ya no le interesa. Y entonces la pone de patitas en la calle,sin contemplaciones.

La única preocupación visible la ahoga saliendo a la terraza a fumar un cigarrillo del que se desprende a medio fumar y que arroja sin mirar y, obviamente, cae como un misil sobre la triste humanidad de la despedida que se está yendo con su cajita de cartón y su potus.

La jornada sigue y llega otro mensaje del ex. Por curiosidad o vaya a saber por qué, Joan, a punto de empezar a justificar el mote de horrible, decide darle la chance de un encuentro que  incluye una copa de vino y muchos recuerdos.

Aunque la reseña del día laboral de Joan parece un pormenorizado spoiler, en realidad todo ocurre en minutos . Lo importante comenzará cuando ella esté de vuelta en su casa y el novio la invite a ver algo en Streamberry, una plataforma idéntica a Netflix.

Y allí, mientras Joan empieza a revolverse incómoda en el sillón, comenzará una serie que replica  punto por punto, palabra por palabra-incluído el despido y el vinito con el ex-todo lo que ella hizo desde que abrió los ojos hasta ese momento.

En el elenco de este primer episodio están también Salma Hayek -es la que hace de Joan-, Michael Cera, Himesh Patel, Rob Delaney y Ben Barnes.

Hay  alguna pincelada de humor  antes de zambullirse en la serie  de la discordia,  cuando la pareja chequea  el material disponible y habla de un par de títulos  recomendados.

El alegato "anti streaming" se desata cuando  Joan pretende impedir que Streamberry siga ocupándose de su vida y mostrándosela impúdicamente a sus usuarios.La charla con la abogada que contrata podría haber sido escrita por los abogados de Netflix.

El capítulo inicial de la última temporada empieza con todo, es atrapante  y , encima, el showrunner Charlie Brooker  dio un par de entrevistas en las que contó que estuvo probando la inteligencia artificial , con la que quiso escribir un episodio de "Black Mirror".

Primero dibujó una respuesta más o menos elegante pero al final dijo que salió "una mierda".Parece que para mostrar su desacuerdo con cualquier forma de programación que elimine al guionista de carne y hueso, incluyó en esta temporada la meticulosa destrucción de una computadora. Y le salió muy bien.