Cumple 60 años Psicosis, la de la escena más famosa del cine

Una sola palabra como título y cuatro nominaciones para el Oscar que se llevaron otras manos, pero está en la primera bolilla de cualquier tratado de cine y sigue haciendo historia a 60 años exactos de su estreno. Se trata de “Psicosis”, la última película que filmó en blanco y negro Alfred Hitchcock y que tiene la mítica escena de la mujer apuñalada en la ducha que ha sido copiada, homenajeada, imitada y parodiada por decenas de filmes.

A lo largo de los años varios expertos han defendido la tesis de que el denominado maestro del suspenso eligió el blanco y negro por razones artísticas. Según sus propias declaraciones y algunos apuntes que dejó, se supo finalmente que tuvo, en realidad, motivaciones vinculadas a la financiación.

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Una serie de coincidencias afortunadas permitió que el largometraje se convirtiera en icónico y atravesara, indemne, el paso del tiempo. Decidido a ahorrar todo lo que fuera posible y con un presupuesto de menos de un millón de dólares, su director y productor elaboró un plan de rodaje que comenzó el 30 de noviembre de 1959 y culminó el 1 de marzo de 1960.

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El argumento es sencillo pero atrapante. Marion Crane (Janet Leight) huye después de robarle 40 mil dólares a su jefe. La mujer se detiene en un motel situado a un costado de una carretera secundaria. El conserje es el joven Norman Bates (Anthony Perkins), también propietario del establecimiento junto a su madre, que se mantiene siempre en una de las habitaciones superiores.

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El guión de “Psicosis” es de Joseph Stefano y está basado en la novela homónima de 1959 escrita por Robert Bloch, quien se inspiró en los crímenes de Ed Gein, un asesino serial que dejó a su paso un reguero de sangre en Wisconsin. La historia tiene giros psicoanalíticos justo en una década de auge de las teorías freudianas.

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El segmento que hizo historia es el de la ducha. Netflix incorporó hace tiempo el documental “78/ 52: el detrás de la cortina de la escena de Psicosis” de Alexandre Philippe quien abre la narración con una frase de Edgard Allan Poe. “La muerte de una hermosa mujer es, incuestionablemente, el tema más poético del mundo”.

Hitchcock había previsto originalmente que esa secuencia fuera completamente silenciosa pero quiso el destino y su buena fortuna que el compositor Bernard Herrmann lo convenciera de incluir esos compases que, 60 años después, se emplean en todo el mundo cuando se pretende ponerle sonido al suspenso.

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Para que todos tengamos claro que la mayoría de las virtudes fílmicas son frutos de la inspiración y el trabajo y no de la casualidad, AH hizo 78 tomas o planos y 52 cortes para una escena que tiene en “Psicosis” 45 segundos y demandó 7 días de rodaje, entre el 17 y el 23 de diciembre de 1959.

En el documental que analiza exhaustivamente el ataque opinan directores de cine, editores y músicos y brinda su testimonio la hija de Janet Leight y la extra que ofició de doble de la actriz. Los planos del cuerpo que aparecen entre cada golpe de cuchillo no son de Janet sino de Marli Renfro, una conejita de Playboy que tuvo que rodar desnuda y que se colocaba parches para tapar sus partes íntimas. Hasta de que el agua se los hiciera caer quiso quitárselos definitivamente pero el director se lo impidió.

Hitchcock tenía una confianza ciega en la historia y compró por 9 mil dólares los derechos del libro de Robert Bloch. Temía que mucha gente pudiera acceder al final de la historia y al dato clave que hubiera debilitado a su película y por eso le encargó a su agente, Peggy Robertson que comprara todos los ejemplares de la novela.

Si alguien tiene ganas y coraje de visitar las habitaciones del motel de los Bates, todavía puede hacerlo en los estudios Universal de Los Angeles.