Intriga y erotismo, la clave del éxito de "Oscuro deseo"

Por María Rosa Beltramo

"Oscuro deseo" funcionó bien desde el principio. Se trata de un  thriller  que plantea como elemento central una historia de amor prohibido. Protagonizado por Maite Perroni y Alejandro Speitzer, la serie está creada por Leticia López Margalli.

Pata tentar al público, Netflix la presentó así: “Alma Solares, una prestigiosa abogada y catedrática, visita a su mejor amiga durante el fin de semana para ayudarla a procesar el dolor de su divorcio. Durante la escapada, Alma conoce a Darío Guerra, un chico de 23 años con el que tiene un fogoso encuentro sexual“.

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El debut de "Oscuro deseo" fue en  2020, en plena cuarentena por la pandemia de coronavirus, y presentaba 18 capítulos de apenas 30 minutos cada uno.

El éxito fue casi inmediato, todos hablaban de la serie y sus protagonistas y el resto del elenco explotaron en las redes. 

Las productoras mexicanas se han formado en los culebrones y usan la misma fórmula para la mayoría de sus realizaciones porque les da resultado.

Hay mucho drama y la mitad de los personajes viven caminando por la cornisa y al borde del abismo. Y cuando trabajan para el streaming, sin los condicionamientos que genera la televisión, le pueden añadir una dosis importante de sexo.

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Es, precisamente, el caso de "Oscuro deseo" donde  nueve de cada diez conflictos terminan en escenas de cama.

Y como el erotismo lidera las acciones, no importa demasiado cierto desapego a la  credibilidad. Por caso,  resulta por lo menos extraño que un juez probo e incorruptible, ante el primer conflicto familiar serio  se ponga a torturar con sus propias manos al que  supone responsable de un incidente con la hija.

A nadie le importa mucho porque  cuando eso ocurre  el público se muestra más interesado por  ver la evolución del conflictivo triángulo que  conforman madre, hija y el estudiante/abogado/mecánico/¿vengador? que es el amante oculto de aquella y aspira a convertirse en novio formal de la adolescente.

La temporada inicial transcurre a toda velocidad  y con problemas cada vez más complejos entre los protagonistas. La segunda temporada  fue presentada como la de “encuentros explosivos y una sorpresiva tragedia que  serán el detonador para un nuevo e inquietante juego de espejos y giros inesperados”.

El anticipo no aclara demasiado pero el espectador ya sabe lo que encontrará. Más drama, una incógnita que se arrastra desde el primer episodio y, sobre todo, más erotismo.

En el elenco figuran Maite Perroni como Alma Quintana, Erik Hayser, Alejandro Speitzer, Jorge Poza, Regina Pavón, María Fernanda Yepes, Paulina Matos  y Catherine Siachoque.