La diversidad llegó al universo de las series

El espacio que  la inclusión y la diversidad han ganado en la sociedad del siglo XXI se traduce también en la legislación de cada país y ha transformado la ficción, obligada a adecuarse a las nuevas realidades.

Es enriquecedor seguir la evolución de las series  y dentro de ese mundo, en especial las de temática policial  que históricamente  han crecido en torno de  un  héroe que, salvo excepciones, ha sido un varón atractivo,inteligente, carismático y apuesto rodeado de varias  mujeres .

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Y si la historia acepta una pareja tradicional-dos investigadores de rango parecido- lo usual era que la mujer estuviera perpetuamente enamorada de su compañero, que casi siempre la dejaba con las ganas porque estaba ocupado en la resolución de los casos.  

Las realidades que siempre existieron pero ahora tienen otra manifestación pública ,han llegado a las historias de ficción y, por ejemplo, en Flow está la británica "La larga llamada" en la que el protagónico está a cargo de Matthew Venn (Ben Aldridge) un policía que  retorna a North Devon, un pueblo costero, en compañía de su marido, Jonathan.

Como en toda narración de  gran calidad , el atractivo se  incrementa porque  además  de la investigación original-en este caso  la aparición del cadáver de un hombre-el espectador está pendiente de la historia personal del protagonista.

En este caso  se trata de un joven gay criado en un entorno religioso estricto, con padres que no toleraban ningún desvío del camino que habían trazado.

Matthew retorna  a su ciudad  no sólo para hacerse cargo del esclarecimiento de un crimen  sino también para participar de las exequias de su padre.

Además del nudo estrictamente policial que se va desatando capítulo a capítulo, lo mejor está en el reencuentro del policía con su familia y el modo como su madre inicia el camino de la aceptación.

Y si de diversidad se trata , está "Bron/Broen" la producción sueco-danesa de 2011 que tiene como protagonista a Saga Norén (Sofía Helin) una policía con Asperger, una condición del espectro autista que modifica todo lo que estamos acostumbrados a ver en un investigador.

Además de un guión exquisito para  encontrar al culpable de un homicidio, cada intervención  de Saga genera estupor y , en ocasiones, sonrisas.

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La policía es capaz de anunciar la peor de las noticias sin advertir lo que sus revelaciones provocan.Trabaja incansablemente y sin horario; tiene a su compañero Martín Rohde (Kim Bodnia) siempre sorprendido por su actuación y, al menos en apariencia, ignora a su propio entorno .Nada consigue desviar su atención de lo que está tratando de esclarecer.

Y aunque a veces parece un robot , los autores del guión han logrado dotar al personaje de un pasado que lo convierten en entrañable.

El año pasado  el productor,guionista y showrunner Dick Wolf, el laureado creador de "La ley y el orden"  presentó en sociedad "Crimen organizado", sobre la base del retorno de Stabler (Christopher Meloni) que durante años había formado pareja con Olivia Benson (Mariska Hargitay) en "La ley y el orden: Unidad de Víctimas Especiales".

El reencuentro de la pareja en un capítulo de los históricos, dirigido por el argentino Juan José Campanella,fue seguido de la inmediata divisoria de aguas. Ella continuó en "Unidad de Víctimas Especiales" y él debutó en "Crimen organizado".

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Precisamente  en la nueva creación, Stabler tiene una jefa , la teniente Ayanna Bell (Danielle Moné Truitt) que enfrenta el desafío de avanzar  en un ámbito plagado de dificultades, con una vida personal que no le facilita el ascenso.

Ayanna está casada con una mujer, que al momento del inicio de las acciones, está embarazada de 6 meses  y que es víctima de un procedimiento irregular por el que decide demandar a la Policía de Nueva York.