La nueva película de acción que es una joya

Por Francisco Vidal

Dos guardias de un camión de caudales charlan tranquilamente en un día normal hasta que sorpresivamente son asaltados por unos tipos disfrazados de obreros que portan un arsenal.

Con una potencia que se mantiene en toda la historia, así inicia "Justicia implacable", la última película de Guy Ritchie ("Snatch: cerdos y diamantes", "The Gentlemen") protagonizada por Jason Statham ("El Transportador") que sumó Amazon Prime Video a su catálogo.

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Statham se pone en la piel de Harry, un hombre que ingresa a la empresa del camión atacado al comienzo y que aparenta no salirse de lo esperable para cualquiera que toma ese puesto. Es un británico que llegó a Estados Unidos que pasa las pruebas de tiro con lo justo y se tiene que adaptar a sus nuevos compañeros.

Pero las habilidades superiores de combate de "H", como lo apodan, ante un nuevo atraco hacen dudar a todos sobre el pasado de este hombre. Incluso al espectador, que se meterá así a descubrir de a poco quién es realmente el protagonista.

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Con personajes rudos pero a la vez divertidos, algo a lo que Ritchie nos tiene acostumbrados, la trama avanza dinámica en gran parte gracias a los movimientos de cámara, diálogos y a una música de suspenso que encaja a la perfección con una historia cargada de tiros, golpes y asaltos.

Las actuaciones son otro punto fuerte de "Justicia implacable": el protagonista cumple en un rol en el que ya se mueve cómodo, al tiempo que da gusto volver a ver a Holt McCallany tras habernos deleitado en Mindhunter (brillante serie de Netflix). Scott Eastwood (sí, el hijo de Clint) sorprende como un villano trastornado y misterioso a la vez.  

La historia se divide en capítulos que muestran desde distintas perspectivas lo que gira detrás de este señor inglés con la precisión de un agente de las fuerzas especiales.  

El cierre llega con un esperado encuentro final. Lo sabemos: habrá situaciones totalmente imposibles de tener lugar en la vida real y momentos predecibles, más allá de varios giros inesperados valorables. Pero si entramos en este mundo de la acción sin límites, se disfruta al máximo.