No va más: la Academia ya tiene el nombre de los ganadores

La suerte está echada. A esta altura de la semana cada Oscar ya tiene grabado el nombre del ganador. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood emitió el veredicto y lo dará a conocer el domingo desde el teatro Dolby.

Los espectadores, mientras tanto, siguen deshojando la margarita y las casas de apuestas engordan sus ingresos con favoritos y sueñan con batacazos.

Aunque a los miembros de la Academia les encanta la fama de imprevisibles, nunca han podido evitar que los conocedores del paño confeccionen su lista de favoritos en función de un algoritmo que algunos manejan y que surge de mezclar tema, taquilla y cuestiones coyunturales.

También importa mucho el camino que lleva al Oscar y que está empedrado con los premios de la Crítica, los Golden Globe y los Bafta y cuyos dictámenes suelen señalar a determinadas producciones, actores, actrices y directores.

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Si tuviéramos en cuenta esos indicadores, “El poder del perro” debería quedarse con el galardón a mejor película y la neozelandesa Jane Campion levantar la estatuilla como mejor directora. Claro que, advierten algunos, Hollywood puede querer mostrarse distinta y dar por tierra con todos los pronósticos. Para colmo de males, Campion, un auténtico monumento a la corrección política y a todo lo que en esta época es visto como bueno, metió la pata cuando subió a recibir el Critics Choice Awards, se entusiasmó y dijo algo que hizo fruncir el seño de la mitad de los asistentes y muchos espectadores.

En realidad sus expresiones estaban cargadas de buenas intenciones, pero se entendieron mal. Jane sostuvo, mirando para el lado donde estaban sentadas Venus y Serena Williams, que ella había ganado el premio a mejor directora “ y eso que yo compito con los chicos; no como ustedes”. Se refería, claro, a que en los partidos de tenis se enfrentan exclusivamente entre mujeres y que ella había sido escogida de una lista donde se mezclaban varones y mujeres.

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Pero quedó como que minimizaba las proezas de dos campeonas, que además son afroamericanas en un país con resabios de racismo y que están en el centro de la escena por “King Richard” , la película sobre el padre de ambas.

A propósito del film sobre Richard Williams, su protagonista, Will Smith divide aguas con el británico Benedict Cumberbatch, el celebrado intérprete de “El poder del perro”. Ambos son los candidatos casi excluyentes al premio de mejor actor.

Sólo faltan horas para que se sepa quién tendrá el honor de levantar ese preciado objeto que pesa 3 kilos 85 gramos, mide 34 centímetros de alto y se fabrica con britannium, una aleación de cobre, estaño y antimonio para recibir luego un baño de oro 24 quilates.

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Más peleada está la cosa en el rubro “actriz protagónica”, aunque la cátedra señala a Jessica Chastain por “Los ojos de Tammy Faye”, la predicadora con fama de extravagante y figura desde el púlpito televisivo. Nicole Kidman hace una imperdible Lucille Ball en “Being the Ricardos” y podría llegar al segundo Oscar porque ya tiene uno por “Las Horas”.

Las otras son Kristen Stewart, la actriz que dio vida a Diana Spencer en la película de Pablo Larraín , Olivia Colman por ¨La hija oscura” y para quienes suponen que algunos de los académicos pueden darle alguna chance a lo latino ahí está Penélope Cruz en “Madres paralelas”.

Hay muchos rubros más, pero entre los importantes, el de “actor de reparto” se lleva las palmas por la excelencia que hay este año en disputa. Están en carrera Ciarán Hinds, el espectacular abuelo del niño de Belfast; Troy Kotsur, el padre pescador, sordomudo de Coda; Jesse Plemons, el hermano bueno de “El poder del perro”; J K Simmons, el actor, consejero y guionista de “Being the Ricardos” y Kodi Smit McPhee, el australiano que encarna al hijo de Kirsten Dunst en “El poder…”.