Oscar Martínez: "El ego es necesario, pero no me gobierna"

Oscar Martínez es uno de los protagonistas, junto a Penélope Cruz y Antonio Banderas, de "Competencia Oficial", la nueva comedia de los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat que satiriza el mundo de la actuación y la dirección de cine. 

El film ridiculiza temas como el amor propio que se tienen muchos en el rubro cinematográfico y es por eso que el actor dialogó con Cadena 3 sobre esos temas que plantea. Consideró en ese sentido que el ego es algo "indispensable" en su profesión, pero que en su caso no lo "gobierna". 

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"El tema es manejarlo. Si no tenés ego no escribís una novela que deben leer los demás, ni te ponés frente a una cámara, ni grabás un disco o querés ser Presidente o titular de una cátedra. Tenés que tener una autovaloración alta de vos mismo para pelear esos lugares. Hay gente que lo canaliza con grandes actos o ideas, porque el que se queda en su ego es un fantoche, estás haciendo un servicio que va más allá", reflexionó.

Y amplió: "A mí no me gobierna el ego, lo tuve clarito desde muy jovencito. Es un componente casi indispensable, es una carrera que sin ego es imposible. El asunto es que no trabajes meramente por eso, que no sea un fin en sí mismo".

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La película, que está en cartelera en los cines, muestra cómo una excéntrica cineasta (Cruz) y dos famosos actores se preparan para grabar una película. Los protagonistas son bien distintos, uno es una estrella de Hollywood (Banderas) y el otro es un actor radical de teatro (Martínez). No se llevan para nada bien y la realizadora los somete a pruebas extrañas que los enfrentan para "mejorar" la película, que es sobre el conflicto entre dos hermanos.

"Fue magnifico trabajar con ellos dos, estupendo, una experiencia hermosa. Penélope decía el otro día que el último día lo lamentó, porque hubiera seguido filmando. Lo pasamos muy bien y nos divertíamos mucho, son profesionales de excelencia y nos llevamos muy bien", relató y contó que incluso tuvieron que frenar muchas escenas por cómo se reían grabando. 

Para Martínez, la película expone "de manera salvaje" las inseguridades, patologías y debilidades de los egos, algo que no sólo se ve en el rubro actoral. Además, destacó que recibe comentarios muy halagadores por el resultado a través de Instagram, red social a la que se resistía y que se creó hace poco.

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"Es una película muy original, visualmente muy bien hecha. La imagen, el sonido, la música y los ambientes la hacen muy disfrutable. La directora convoca a dos actores que se detestan, los manipula y estimula para confrontar. Un director razonable puede trabajar con gente que no sería amiga entre sí, pero no necesariamente llega a esos grados de violencia", apuntó.

El reconocido actor argentino aclaró que no tiene nada de su personaje: ni su rigidez, ni piensa como él, ni concibe así el trabajo de actor. Lo calificó como un "resentido e hipócrita", que con su "doctrina" justifica la envidia que le tiene al personaje que critica. "Quiere tener sus mujeres, su Ferrari, trabajar en Hollywood. Como no puede, se inventó una doctrina", añadió. 

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En tanto, indicó que mucha gente puede pensar que Antonio Banderas se parece al de la película, pero lo negó por completo: "Es un tipo muy culto, sagaz, intuitivo. No es el snob banal de su personaje, que es básico y primitivo".

Finalmente, confesó que le parece más difícil interpretar a un personaje que sí se le parezca a él como persona, porque "hacer de uno mismo no es divertido". Destacó que lo hacen muchos actores que cambian sorprendentemente según el trabajo, como el caso de Meryl Streep. 

Si tuviese que elegir un personaje que se le asemeje más de todos los que trabajó, Martínez eligió al protagonista de "El Ciudadano Ilustre": "Si bien no tengo su hosquedad ni soy tan fóbico, amo el mundo literario, todo ese universo y esa narrativa".

Entrevista de Agustina Vivanco y Guillermo Hemmerling.