Por qué 2020 puede ser un gran año

Qué feliz y extraña coincidencia. Cristina Fernández, dueña del 40% de los votos del país, es optimista. Mauricio Macri, dueño de otro 40% de los votos, es optimista.

La expresidenta, porque, dijo en Twitter en su saludo de fin de año, “se terminó la pesadilla que arrasó nuestra tierra”, en referencia al gobierno de Cambiemos. Para ella, este año comenzaremos a recuperar “el trabajo y el futuro”. El expresidente, por su lado, es optimista porque, dijo, el cambio que inició su gobierno es imparable, como el de un río. Dice Macri que no importa gobierne, ese rumbo no podrá cambiarse. Que aunque se avance en zigzag, lo importante será la dirección inalterable.

Muchos dirán que Cristina y Mauricio son optimistas pero por razones exactamente opuestas. No necesariamente.

Es probable que Macri tenga razón. Que su presidencia termine siendo una de las más trascendentes por haber concluido con normalidad pese a no haber sido peronista. Gracias a eso hoy queda una oposición que no está humillada y tiene el respaldo de la mitad de la población, pese a la crisis económica, porque ese sector entiende que las raíces de los problemas vienen de lejos y llevará tiempo liquidarlas.

Y es probable que Cristina tenga razón. Es la primera vez en la democracia que asume un gobierno peronista sin que al ajuste se lo haya hecho otro, por las buenas o por la malas. Fernández es el primer presidente peronista que tiene que terminar de poner las cuentas públicas en orden (parte de ese trabajo se lo dejó hecho Macri) para que no se lo lleven puestos la hiperinflación, la recesión o un default abierto. Es la primera vez que el peronismo necesita poner su inmenso poder político al servicio de un plan no demagógico, si es que quiere mantener la conducción estratégica del país. Si Alberto Fernández logra ponerlo en ese rumbo, como dice Cristina, va a haber trabajo de verdad (no mentiritas subsidiadas) y va a haber futuro.

Brindemos por Cristina, brindemos por Mauricio. Brindemos por todos nosotros. Que sea un río, nomás. Y que nos lleve al futuro. El año 2020 puede ser un gran año. Que sea feliz para todos.