Saluden al peronismo cordobesista que ¿se va?

Sin plata, en default de hecho y más dependiente que nunca de la Nación, el gobernador Juan Schiaretti negocia día a día con el kirchnerismo lo que va quedando del peronismo cordobesista.

Sus 4 diputados son vitales para que los Fernández puedan sacar las leyes que más les interesan.

Los cordobesistas aprobaron ayer, por ejemplo, el segundo manotazo en dos meses a la Ciudad de Buenos Aires por parte de la Nación. El gobierno de Rodríguez Larreta acaba de perder el 60% de la coparticipación. El proceso es legal. Pero viola el espíritu del consenso que debe prevalecer en cuestiones federales para evitar el desfinanciamiento de cualquier provincia por razones partidarias. Encima, Alberto Fernández le quita esa plata a la Capital Federal (a cambio de un monto a negociar) para regalársela a Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Eso acaba de votar el peronismo cordobesista republicano y federal. Son los mismos diputados que ya no dicen ni mu sobre:

1- Las subas continuas de las retenciones a las exportaciones, que castigan a Córdoba más que a nadie.

2- La restitución de los fastuosos subsidios a la seguridad, al agua, las cloacas, la luz, los colectivos y las obras públicas de la Nación, completamente concentrados en el conurbano bonaerense. Grotesca discriminación. El pj cordobesista ya no la ve.

Las señas están en todas partes. El schiaretismo avaló el capricho de Máximo de restringir hasta 60 años el uso de tierras incendidadas, que perjudica sobre todo a Córdoba. También aprobaron el Impuesto a los Ricos, que se pagará en Córdoba más que en cualquier otro lado para que la plata recaudada se reparta en todas partes más que en Córdoba, como sucede con todos los impuestos.

Los símbolos también son políticos. El domingo el PJ cordobés le ofrendó a los k el triunfo electoral en Río Cuarto. Tres ministros prominentes se apropiaron de la escenografía de esa victoria en tierra supuestamente hostil.

No queda mucho para ceder. La línea que trazó el schiarettismo es la impunidad que Cristina Fernández quiere garantizar por ley. Está en carpeta la ley para designar sin consenso y reducir la autonomía e independencia del jefe de los fiscales de la Nación. Ya la aprobó el Senado. El schiarettismo ha dicho que no la apoyará ni le dará quórum a menos que haya consenso. Una recomendación: compren pochoclo.