Cambian y bajan los subsidios a la luz y el gas y hay que anotarse de nuevo

Adrián Simioni

El gobierno decidió retomar la iniciativa para reducir el gasto en subsidios al gas y luz, lo que va a impactar sobre todo sobre los usuarios N3 y N2, que siguen muy muy subsidiados y representan un enorme gasto para el Estado. Según el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la UBA los usuarios de menos ingresos, los N2, pagan hoy apenas el 4% del precio del costo de la luz y el 14% del costo del gas. Los N3 pagan el 5% de la luz y el 20% del gas. Hasta a los menos afortunados, los N1 que recibieron el hachazo en febrero cuando pasaron a pagar el precio pleno, al mantenerse la inflación y no haber subido la tarifa, hoy pagan 65% de la luz y 51% del gas.

Como esto es inviable y el sistema actual es muy desequilibrado, opaco y no incentiva el ahorro, el gobierno decidió cambiarlo. Hoy publicó largó con un decreto. Ahí dice que el actual sistema de grupos N1, N2 y N3 será reemplazado por otro esquema basado en una Canasta Básica Energética. Esto significa que la población que no pueda pagar tendrá subsidio pero hasta un cierto nivel de consumo de luz y gas. Lo que consuma por encima de ese piso, tendrá que pagarlo al precio real.

En términos generales, el cupo de luz y gas subsidiada que podrá consumir cada hogar surgirá de la cantidad de personas en el hogar, la región climática y una estimación de los ingresos del hogar.

Este cambio será complejo. Primero, es todo un desafío informático y también censal, dada la enorme economía en negro y la inclinación infinita que tenemos por el fraude: poner de titular a la abuela para que todo el hogar reciba el trato impositivo de un jubilado, por ejemplo. Pero además es todo un tema operativo, porque todo el mundo tendrá que reempadronarse en el registro Rase. El gobierno se plantea hacer esto entre el 1 de junio –ahora, ya- y el 30 de noviembre. Pero por las dudas puede prorrogar estos plazos otros seis meses. Mientras, seguirá el sistema de subsidios de hoy aunque el gobierno podrá ir ajustando el precio del gas o de la luz en los términos en que lo venía haciendo.