Cuatro años para vender un departamento

Adrián Simioni

La paralización del mercado inmobiliario es impactante. No hay datos sistemáticos. Pero en la Capital Federal, por ejemplo, se estima que hay más de 200 mil viviendas y locales en venta. Sin embargo, en septiembre, según el Colegio de Escribanos, se hicieron apenas 2.800 escrituras.

O sea que se escrituró apenas un poco más del 1% de los inmuebles. A ese ritmo, vender todas las unidades que se ofrecen hoy en el mercado llevaría casi 8 años. Siempre que no se agregue ningún inmueble más a la venta.

O sea: en promedio, para vender un departamento, una casa, una oficina, hay que ponerle en cartelito “en venta” durante 4 años. Cuatro años para vender una casa o un depto.

¿Qué es lo que pasa? Bueno, lo primero que pasa es que estamos todos hundidos en la miseria más profunda. El gerente de una industria pyme gana en dólares lo mismo que un mozo en Miami. Y encima el mozo tiene crédito barato y el gerente no tiene ni crédito caro.

Pero no es sólo eso. La inestabilidad política y financiera extrema también destruye el mercado. Por empezar, impide que los inmuebles tengan precio.

Por supuesto los inmuebles no tienen precio en pesos luego de 7 décadas de inflación. Siempre estuvieron dolarizados.

Pero el problema es que hoy tampoco tienen precio en dólares. Un departamento de un dormitorio en Nueva Córdoba por el que haya que juntar 8 millones para pagarlo es un regalo si creo que el valor del dólar es el blue: apenas 40 mil dólares. Pero si para mí el valor del dólar es el oficial es muy caro: 80 mil dólares.

O sea: no sabemos cuánto vale un departamento, pero tampoco sabemos cuánto vale un dólar.

Entonces, no hay mercado posible. Estamos a ciegas.

Para colmo, tampoco sabemos cuánto valdrá el dólar -ni los inmuebles- en el corto plazo. Por ejemplo: si luego de las elecciones el kirchnerismo se radicaliza, y nos lleva a Venezuela, cualquier precio hoy es caro, lo midamos como lo midamos. En cambio, si el gobierno gira hacia el mercado, toma medidas racionales y genera confianza en que podrá sostener eso, la cosa será exactamente al revés. Es más, si por esa confianza los argentinos llegan a empezar a sacar los 200 mil millones de dólares que tienen escondidos en los jarrones, el precio de los inmuebles en dólares se va a disparar.

En el escenario Venezuela, ni loco hay que comprar hoy. En el escenario de giro hacia el mercado, ni loco hay que vender hoy.

Pero claro, como nadie sabe qué esperar, nadie vende. Ni compra. Ni nada.