El default impensable y la inflación sin ancla

Adrián Simioni

Hay cierto pesimismo sobre la Argentina. Los bonos del país abrieron con fuertes bajas, lo cual revela mayor desconfianza. El riesgo país también sube. Pasó los 1.600 puntos.

Héctor Torres, un exdiplomático argentino que fue representante del país ante el FMI cuando Roberto Lavagna era ministro, acaba de decir que él no consideraba posible un default con el Fondo Monetario. Pero ahora considera que eso dejó de ser impensable.

¿La sensación?: Alberto Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán, dejaron pasar la oportunidad: diciembre último. El combo era que aflojaba la pandemia, las tasas mundiales eran bajas, acababa de cerrarse el acuerdo con los acreedores privados, el descalabro fiscal podía adjudicarse a la pandemia, el gobierno parecía unido.

Pero justo ahí Cristina Fernández bombardeó todo acuerdo y la política económica misma de Guzmán.

A esta hora, el ministro está reunido en esta ciudad con Kristalina Georgieva, la directora del Fondo, y, tal vez más importante, esta tarde se reunirá con funcionarios del Tesoro de Estados Unidos para tratar de conseguir un respaldo.

Pero los tiempos son otros. En el mundo empieza a subir la tasa de interés. El gobierno aparece partido en dos y, encima, con el riesgo de perder una elección.

El propio Guzmán está en duda. Dentro y fuera del país todo el mundo se pregunta si seguirá siendo ministro después de las elecciones. Por eso el jefe de Gabinete, Juan Manzur, vino de raje a los Estados Unidos, para dar una señal de que Guzmán es el hombre del gobierno a los inversores que se van a reunir con él en Nueva York. La pregunta es si también es el hombre de Cristina. Y si el propio Manzur seguiría en su puesto.

La desconfianza es mayúscula. En la reunión anual conjunta del FMI y el Banco Mundial que tiene lugar aquí, el FMI acaba de publicar su panorama para la economía mundial el año que viene. Y la Argentina es uno de los pocos países para los que el Fondo no pronostica la inflación. Pronostica hasta la inflación de Venezuela, pero no la nuestra. La economista jefa del FMI explicó en conferencia de prensa por qué: “La inflación en Argentina está desanclada, en parte, por la emisión monetaria”, dijo. Traducido: en Argentina la inflación no tiene un ancla no sólo porque se emite dinero, sino porque no se emite en base a alguna política explícita, sino al tuntún, según las necesidades circunstanciales del gobierno, por ejemplo las electorales.

Y así es imposible generar confianza alguna.