¿El nuevo presidente de Chile será Aylwin o Allende?

Adrián Simioni

El flamante presidente de Chile, Gabriel Boric, citó en su primer discurso tras ganar la elección a sólo dos expresidentes chilenos: Salvador Allende y Patricio Aylwin. Allende fue el presidente que quiso hacer socialista a Chile, generó un caos económico y murió en el golpe en su contra del dictador Augusto Pinochet. Aylwin fue el presidente demócrata cristiano democrático que sucedió a Pinochet al frente de una coalición delicada que tuvo la sagacidad de ser moderada. Desde entonces Chile mantuvo el equilibrio fiscal, la independencia del Banco Central y la apertura económica con el mundo.

Le fue muy bien. Desde 1980 a 2018, en esos 38 años, el producto bruto interno chileno se cuadruplicó. Es el campeón de América latina. El peor es Venezuela, a la que el chavismo desplumó. Lejos de crecer, en 2018 Venezuela tenía 66% del producto que tenía en 2018. La segunda peor es Argentina, cuyo PBI apenas se duplicó. A todos los demás países les fue peor que a Chile y mejor que a la Argentina.

Una aparente mayoría de chilenos se cansó en 2019 de este crecimiento que, aunque los hizo más ricos a todos, según ellos, estaba sustentado en una enorme desigualdad. Peor es Venezuela, donde todos serían iguales, pero igualmente pobres.

Como sea, Boric está al frente de una coalición política que lo quiere todo y lo quiere ya. Él mismo alentó esa demanda. Pero eso es justo lo que va a ser muy difícil hacer. Al contrario, a Boric lo espera por delante un ajuste. ¿Por qué? Porque el Estado chileno ya abandonó la austeridad en los dos años de pandemia y gastó como nunca. El Banco Central ya expandió el dinero. El ahorro jubilatorio de los chilenos que debía gastarse en el futuro ya se gastó en forma anticipada. Y por eso la inflación ya está al 7% anual, un nivel insólito para Chile luego de las híper de los 80.

Boric ganó con casi 56% de los votos. Y eso es una tentación para radicalizarse, para ser Allende, el revolucionario.

Pero por otro lado su coalición de muchas y muy distintas minorías. Su propio partido tiene apenas 9 diputados y nadie sugirió siquiera cambiar al presidente del Banco Central, un socialista puesto por Bachelet en 2016 y vuelto a designar por el conservador Piñera este año. Es eso lo que permite que hoy el dólar haya saltado apenas 1,5% en Santiago de Chile. Todos estos factores abonan el camino para que Boric sea Aylwin, el moderado.

En la Casa de la Moneda, la moneda está girando en el aire.