Ganancias: habría que intervenir Neuquén

Adrián Simioni

Neuquén aparentemente ha decidido irse de la Argentina. Secesión. Una Secesión particular, porque pretende irse pero seguir viviendo de los impuestos que pagan los demás argentinos. La verdad es que los tres poderes de la Provincia están violando la Constitución Nacional. Y habría que intervenirla. 

Empecemos por el Poder Legislativo. Hace unos años, como los empleados públicos de Neuquén no querían pagar el Impuesto a las Ganancias, la Legislatura sancionó una ley definiendo ella cuál era el mínimo no imponible del impuesto legislando deducciones que se le cantaron. Claro que ese impuesto es una competencia de la Nación, no de las provincias. Es como si los legisladores de Neuquén decidieran que de ahora en más un homicidio en Neuquén se va a penar con dos días de trabajo comunitario. No es su competencia. Además, violaron la igualdad ante la ley de los propios neuquinos: ¿por qué no van a pagar ganancias los estatales y los empleados privados de Neuquén sí?

Sin embargo, nadie dijo nada. Ahora, el Congreso, con la última ley de Ganancias, ratificó que ninguna norma de ningún tipo ni origen puede modificar la definición nacional. No puede venir una empresa a decir “esto lo pago a mi empleado porque se siente solo” y entonces no entra en Ganancias. Entonces los sindicatos estatales fueron a la Justicia provincial pidiendo una cautelar para no pagar.

Poder Ejecutivo. Antes de decidir la Justicia mandó el tema a la Fiscalía de Estado. Que violando el orden constitucional y las jurisdicciones federales dijo que correspondía fallar.

Poder Judicial. Entonces una jueza hizo lugar al reclamo y concedió la cautelar. No van a pagar Ganancias los estatales este mes. Por empezar la jueza debió apartarse porque ella misma debe pagar Ganancias y como su sueldo es provincial no pagará. Falla un beneficio para sí misma. También debió apartarse porque como acá entran en conflicto una norma provincial y otra nacional el caso debió mandarse directamente a la Corte Suprema. Pero además, la jueza ignora que no tiene jurisdicción (causal para destituirla porque ignora la ley) o sabe que no puede pero igual falla (lo cual es prevaricato).

El gobernador de Neuquén le puso la frutilla. Ayer dijo sencillamente que está “en contra” del impuesto que acaba de sancionar el Congreso. Y le parece bien desobedecerla. Tomá mate. Su hipocresía es mayúscula: porque entonces debería renunciar a recibir, a través de la coparticipación, del impuesto a las ganancias que sí pagarán los trabajadores de las demás provincias.

Llama la atención que nadie diga nada: ni los diputados y senadores nacionales que sancionan leyes que cualquiera puede incumplir, ni los gobernadores cuyos empleados sí pagan Ganancias y cuya recaudación se va para Neuquén. Rodrígo de Loredo, Alejandra Vigo, Luis Juez, Gabriel Bornoroni, sobre todo Martín Llaryora… teléfono.

Llevemos el caso al absurdo: todos los gobernadores hacen la gran Figueroa excepto uno. Ponele que Santa Fe, Mendoza o Córdoba queda ella sola pagando Ganancias, que se reparte entre las 24 provincias. ¿Nos parecería justo, razonable?

El tema no le importa a nadie. A nadie le calienta que se cumpla la ley. Por eso es probable que la jueza duerma la cuestión de fondo y quede la cautelar vigente por décadas. Total nadie va a mover judicialmente el tema. A ese ritmo va a llegar a la Corte Suprema –para que blanquee la ilegalidad total de todo lo que están haciendo los neuquinos- el año de ñaupa, cuando Argentina ya no sea ni el rastro de un país, sino un rejunte de caudillitos que hacen lo que se les canta.