La CGT todavía pone el hombro
Por Adrián Simioni
06/04/2022 | 12:37Redacción Cadena 3

Hace una semana que la CGT, la UIA y el gobierno están de reunión en reunión. Tratan de encontrar el modo de encauzar la crisis. Anoche terminó el último de esos encuentros. Había expectativas, sobre todo motorizadas desde el kircherismo, de que allí pudiera acordarse un bono o incluso un aumento salarial de suma fija obligatorio a pagar por parte de las empresas para compensar en parte la inflación.
Pero no sucedió. Terminó simplemente con un respaldo al sistema de paritarias por sindicatos y la idea de armar una canasta de 50 productos de primera necesidad a precios módicos. Nada muy distinto del esquema de precios Súper Cerca que intenta reflotar el secretario de Comercio, Roberto Feletti.
En el fondo, el encuentro terminó siendo otro gesto de respaldo de la CGT al gobierno de Alberto Fernández. El gobierno parece seguir este razonamiento:
1- Lo peor de la inflación ya está pasando. Marzo va a mostrar un salto extremo del orden 6% y con eso la inflación acumulada desde diciembre va a terminar de purgar la megaemisión de pesos que significó el "plan platita" electoral.
2- Puede haber más aumentos en abril y más allá, pero ya en esos casos va a obedecer a la situación internacional.
3- La baja del dólar blue, la paulatina suba del dólar oficial y la consiguiente reducción de la brecha cambiaria es expresión de una mayor calma financiera. Las subas de tasas de interés va en el mismo sentido.
4- En ese contexto, clavarle las espuelas a los salarios significaría recalentar la inflación justo cuando podría empezar a verse alguna calma.
Es toda una contribución de la CGT, en un contexto político muy complicado. Los sindicalistas tradicionales enfrentan, en la calle, la competencia piquetera. Los piqueteros han retomado su activismo callejero, con lo que la inmovilidad sindical se nota más. Y adentro afrontan la competencia del gremialismo trotskista y, cada vez más, kirchnerista, como lo mostró el sorpresivo cambio en la cúpula de la Unión Obrera Metalúrgica.
Es un contexto difícil para ponerle el hombro al gobierno de Alberto Fernández. Sin embargo, los cegetistas le volvieron a dar anoche una chance al presidente. Tal vez porque saben que el fracaso de Alerto también puede llegar a ser el ocaso de muchos de ellos.