Las Maldivas son argentinas

Adrián Simioni

El año no terminó. Pero para muchos las vacaciones ya comenzaron. Este año eso es particularmente cierto para el rubro de los legisladores, ya sean concejales, diputados, senadores. Se ve que tienen un convenio laboral especial porque hubo casos en que recién acababan de asumir, el 10 de diciembre, se sentaron una o dos veces en su banca y ya se tomaron el palo a Disney.

Hay casos llamativos: por ejemplo anteayer cuando la Legislatura de Córdoba aprobó el juego online faltó el 15% de los legisladores. ¿Se habrán pirado de vacaciones ya? ¿Qué cosas tan importantes tienen que hacer que no puede ir a la sesión? ¿Serán todos contactos estrechos?

Pero el caso más nuevito es santafesino. Allí hay un diputado provincial del PJ, Luis Rubeo, que le dio un dolor de cabeza al gobernador Omar Perotti. Perotti necesitaba que la Legislatura le aprobara el presupuesto. Pero no pudo juntar ni a su propia tropa. Cuando tomaron lista a los diputados, Rubeo no aparecía. Se ve que lo llamaron al celu y no respondió porque sus colegas se pusieron a buscarlo por las redes sociales. Y ahí encontraron fotos posteadas por su joven pareja. El tipo estaba en las Islas Maldivas, donde una cama de hotel no baja de 500 dólares la noche y donde, para llegar, hay que pagar, mínimo, 850 mil pesos. Como dijo alguien en las redes: en algo hay que gastar el impuesto a los Ingresos Brutos que algunas legislaturas provinciales quieren aumentar.

En su sitio de Wikipedia Rubeo ha hecho poner que "lo que más le gusta es militar en política, trabajando para dejar un mundo mejor". Qué suerte que tiene. Porque hace de 1987 que viene haciendo lo que le gusta. Ese año, a los 30, asumió como concejal de Rosario. Hoy tiene 64.

Rubeo no es nuevo en esto, porque además es uno de estos políticos cada vez más frecuentes en la democracia hereditaria argentina, donde los hijos con portación de apellido son subidos a las listas sábanas. El padre de Rubeo fue senador nacional por Santa Fe y hombre fuerte del PJ santafesino en los 80. El año pasado lo sobreseyeron por extinción de la acción penal en la causa por el asesinato de un político peronista a manos de la Triple A en los 70.

En 1966, otro peronista, Dardo Cabo, se hizo famoso cuando, junto a un grupo de militantes, secuestró un avión de Aerolíneas Argentinas y lo forzó a aterrizar en las Malvinas para izar allí una bandera argentina. Es tal vez una metáfora que Rubeo haya aterrizado en las Maldivas, también fuera de la ley, porque se fue de vacaciones en plena actividad legislativa.