No es un mito, Pepe Mujica: es extorsión

Adrián Simioni

Probablemente nadie conozca tan bien a los argentinos como los uruguayos. Separados al nacer, nos conocen como, tal vez, un gemelo conoce a su gemelo. En una entrevista, Mujica se preguntó lo mismo que muchos nos preguntamos. ¿Cómo puede ser que Massa, el ministro de Economía de la inflación récord en más de 30 años, tenga posibilidades de ser presidente? Mujica consideró que eso es algo “alucinógeno”, un “disparate” que sólo puede pasar en Argentina, donde “todo es un disparate”. Para él, eso sólo es posible por la existencia de algo que calificó como un mito inexplicable: el respaldo del peronismo. "Ese animal existe, es una mitología que tiene el pueblo argentino, entonces eso rompe todos los esquemas", sostuvo.

¿Será así? ¿Será un mito? Capaz que Mujica está equivocado y en realidad lo que hace posible la candidatura de Massa es que millones de votantes, lejos de sufrir la inflación, viven de ella. En Argentina hay un Partido del Estado, que emplea, contrata y subsidia a millones de personas que viven del gasto público descontrolado que se financia con emisión. La “campaña del miedo” que lleva adelante el gobierno es obvia. Los ejemplos sobran.

Algunos son ridículos: este viernes por la tarde, aunque ya regirá la veda electoral, los sindicatos estatales UPCN y ATE harán una jornada de capacitación en el Ministerio de Economía de Massa sobre los impactos en la salud mental de los despidos laborales, algo desconocido en el paraíso de la administración pública, pero que sirve para lo que se busca: decirles a los empleados que si Massa pierde ellos pueden perder su empleo a manos del ordenamiento que propone Bullrich o de la motosierra de Milei.

Sobran los ejemplos. Otro ministro, Gabriel Katopodis, hizo dejar de trabajar a sus empleados directos y a operarios privados de obras públicas para forzarlos a discutir en “asambleas” sobre el riesgo de sus empleos frente a un ajuste de algún opositor.

No falta en las provincias. El gobernador riojano, Ricardo Quintela, habló incluso de la posibilidad de renunciar si Massa pierde. "Como gobernador va a ser muy difícil continuar la gestión”, dijo, luego de amenazar a su ejército innecesario de empleados públicos con la posibilidad de que no quede fijo un bono de 15 mil pesos que les dio si Milei gana las elecciones.

El Partido del Estado es transversal a los partidos y también mete miedo en las universidades. El rector de la Universidad de Rosario, aún siendo radical, les quitó un día de educación supuestamente pública a todos sus estudiantes porque consideró que era importante marchar en contra del cuco del ajuste de Milei. Los puso a todos a defender los privilegios de la corporación docente universitaria.

La campaña del miedo no es sólo para los empleados. El ministro de Transporte de Massa, Diego Giuliano, salió a advertir que millones de habitantes del conurbano tendrán que pagar hasta 20 veces más el boleto del bondi o del tren si Massa pierde.

Son apenas unas muestras, Pepe Mujica. No es un mito. Ni siquiera es campaña del miedo. Todos estos gobernantes se han transformado en extorsionadores que usan al Estado para condicionar a la democracia, en un país donde hay suficientes ñoquis, acomodados, mantenidos y subsidiados como para ganar, sólo con ellos, una elección.