¿Por qué Milei está con Trump y Meloni pero firma con Biden?

Adrián Simioni

El show del presidente Javier Milei en España ha dejado tela para cortar. Las agresiones entre Milei y el presidente español, Pedro Sánchez, por supuesto, se llevaron toda la atención.

Pero, más allá de todos esos artificios, la presencia de Milei en ese acto de los partidos de derecha más dura de Europa expone las contradicciones en las que está metido Milei.

El presidente argentino tiene un par de ideas fuertes indiscutibles: una, es la defensa del libre comercio, el rechazo al proteccionismo y a toda intervención del Estado; otra es la defensa de los valores de Occidente y el rechazo a las autocracias; la tercera, un liberalismo social que él llama “la defensa del proyecto de vida del otro”, entre las cuales no incluye el derecho de las mujeres a interrumpir sus embarazos.

Lo raro es que haya ido a ese foro de la derecha. La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, por ejemplo, no se definió allí como liberal ni libertaria, sino como conservadora. Su partido no es partidario del libre comercio (por ejemplo, Meloni ratificó que hay que seguir protegiendo al agro europeo de la competencia de países productores de alimentos, como la Argentina) y en cambio sí lo es de la intervención estatal (por ejemplo en subsidiar la vivienda). Nada que ver con Milei.

El propio dueño de casa, el presidente del partido Vox, Santiago Abascal, también es un defensor del proteccionismo agrario europeo y, como Meloni, es antiinmigración, algo que contradice la constitución de Alberdi que le gusta a Milei.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, también es un prorruso que, por ejemplo, rechaza que Occidente auxilie a Ucrania. Todo al revés de Milei, que odia a Rusia.

Hay una dislocación entre el mundo que quiere Milei y la gente con la que se junta. Tal vez por eso, mientras Milei se daba un baño de multitudes inédito para un presidente argentino en Madrid, su canciller, la cordobesa Diana Mondino, entraba con alfombra roja en el departamento de Estado de Estados Unidos, la cancillería de ese país, para firmar el inicio de un Diálogo de Alto Nivel con su colega de ese país Anthony Blinken, que ya la ha recibido más veces que a todos los últimos cancilleres argentinos de los últimos gobiernos. “En los últimos meses se intensificó el trabajo que hacemos juntos en todos los ámbitos, en términos bilaterales, regionales y globales”, dijo Blinken. Estamos en relaciones carnales con el gobierno demócrata de Biden, justamente porque el partido demócrata sigue siendo el proyecto globalizador y liberalizador de Estados Unidos.

Pero Milei va a los actos de de campaña de Trump, que tiene una visión proteccionista que contradice el speech del comercio libre de Milei y al que le disgusta el apoyo de Biden a Ucrania que le gusta a Milei. Sin embargo, Milei hace campaña por Trump, igual que con Abascal, dejando expuesta una contradicción profunda para su política exterior y una pregunta para nosotros: ¿de quién quieres ser socia la Argentina de Milei?