Salario básico universal: más nafta para apagar el fuego
01/07/2022 | 14:55Redacción Cadena 3

Las críticas de Cristina Fernández a los piqueteros por el manejo de los planes sociales enfurecieron a esas organizaciones. Una de las consecuencia es que, ahora, los movimientos sociales vuelven a la carga con su proyecto para establecer un salario básico universal. Una iniciativa que, como tal, no existe en ningún lugar del mundo y que acá consistiría en pagarles unos 14 mil pesos al mes a 7,5 millones de personas. El doble de lo que se gasta en el Plan Potenciar Trabajo que criticó Cristina y en la Tarjeta Alimentar. Serían unos 100 mil millones de pesos al mes, justo cuando Martín Guzmán no sabe qué gasto frenar para que no se lo lleve puesto la inflación.
"¿Ah sí, Cristina? ¿Te molestan los planeros?", parecen haber dicho los piqueteros albertistas del Movimiento Evita y los piqueteros troskos. Y decidieron reflotar el plan del cristinista Juan Grabois, que ahora no se puede negar. Ya lo están moviendo en el Congreso con los típicos argumentos del buenismo: ellos son los buenos que siempre proponen gastar la plata de los demás y los que advierten que esa idea es irracional son neoliberales sádicos. ¿Qué legisladores progres se van a oponer, por más que entiendan que eso es imposible de pagar sin más emisión inflacionaria? Andrés Larroque, de La Cámpora, Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires, Juan Zabaleta, ministro de Desarrollo Social, ya dijeron que están de acuerdo. ¿Qué van a decir?
Hernán Lacunza, exministro de Economía de Macri, analizó cómo proponen financiar esto los piqueteros. "Es modo ensalada", ironiza Lacunza: "Con déficit, impuestos progresivos y ahorro de subsidios a la energía", cuenta. Y señala Lacunza: omiten decir que el déficit ya es de 4,5 puntos del PBI y causa una inflación del 80%, que los impuestos ya subieron 21% por arriba de la inflación en dos años y que el ahorro en subsidios energéticos -que los piqueteros ya se quieren gastar en otra cosa y que Guzmán necesita ahorrar-... todavía no sucedió.
Es el favor que le hizo Cristina, siempre tan canchera y superada, al presidente que ella misma puso: poner al propio oficialismo a llenar más baldes de nafta con los cuales regar el infierno inflacionario. Y después Alberto Fernández dice que la oposición es la que busca generarle un golpe de mercado.