Terminó la grieta: Alberto honra a Mauricio

Adrián Simioni

La inflación de marzo sepultó el modelo de Cristina Fernández. Imprimir billetes para repartir siempre cada vez más dinero lleva al precipicio.

Al presidente Fernández y a su ministro Martín Guzmán al final no les queda otra que desobedecer a Cristina.

Así que, en lugar de seguir haciendo el ajuste a los hachazos que implica la inflación, planean un ajuste igual de profundo, pero con bisturí. El problema para Alberto es que ese ajuste con bisturí se va a parecer -mucho- al que inició Mauricio Macri cuando se le cayó la estantería del gradualismo.

Hasta ahora Alberto y Guzmán tomaron una sola medida importante en ese nuevo rumbo. Aún no cortaron el gasto pero, en lugar de financiarlo con más emisión de dinero, Guzmán lo empieza a financiar endeudando al Estado y al Banco Central. Como hacía Macri con Federico Sturzenegger y Guido Sandleris.

El efecto antiinflacionario es doble: así no sólo emiten menos pesos sino que los pesos que ya están en la calle, en lugar de correr al dólar o a cualquier otra cosa, se prestan al gobierno.

Lamentablemente, los efectos son los mismos que tanto le criticaba Alberto a Mauricio.

¿Por qué? Bueno, porque para que la gente deje sus pesos en los bancos y éstos se lo presten a Guzmán y al Central, hay que subir las tasas de interés. Por eso ayer el Banco Central las subieron por tercera vez en el último mes.

Hoy, el plazo fijo para ahorristas chicos a 30 días rinde 57% al año. A ese dinero los bancos se lo prestan al Central a través de las Leliq, que rinden 58,7%. Casi 2 puntos más. Es decir que los bancos tienen ahí un negocio garantizado de cientos de miles de millones. ¿Se acuerdan cuando Alberto era candidato y decía que el dinero que se gastaba en las Leliq él se lo iba a dar a los jubilados? Ja.

El otro efecto es que crece la deuda pública, porque el gobierno toma cada vez más préstamos a tasas cada vez más altas. Y es una bola de nieve que crece mes a mes. Por ejemplo, el economista Ramiro Castiñeira estimó que sólo con la inflación de marzo la deuda atada a la inflación aumentó ayer en 500 mil millones de pesos. Al dólar oficial, son 5 mil millones de dólares. Y eso no cuenta la deuda extra, nueva, que viene tomando Guzmán cada mes.

Son los famosos "desendeudadores" que fusilaban al macrismo. Ahora son ellos los que multiplican los pagarés.

No deja de ser casi un homenaje de Alberto a Mauricio.