El economista Carlos Melconian aseguró este martes que "sería un suicidio" para el Gobierno no acordar con el FMI antes del 2022, en el marco de una disertación que brindó por los 44 años de la Fundación Mediterránea de Córdoba.
Luego del discurso de apertura de la presidenta de la organización, María Pía Astori y de la presentación del vicepresidente, Marcos Brito, el consultor consideró que el escenario económico electoral será muy complicado para el oficialismo, que apelará a su presencia en la calle, el Conurbano y a zonas del norte del país en las que llegó a cosechar 50% de votos en las elecciones que perdió. Sin embargo, remarcó que tendrán a sectores que votarán con un escenario que va hacia los 50 puntos de inflación.
Lo que si habrá electoralmente es un potenciamiento de plata en la calle. Muy seguramente por razones fiscales estacionales, en el segundo semestre
El ex titular del Banco Nación consideró que la inflación es un problema que surge del programa interno y que hace las veces de demonio y ángel: "Demonio porque come el poder adquisitivo, lima las jubilaciones, obstaculiza la actividad. Pero ángel porque licúa el gasto público, la deuda interna en pesos del tesoro, licua pasivos monetarios del Central, las Leliq (...) La tasa de inflación de 2022 y 2023 es amiga y no enemiga del Gobierno. Se escupe el asado al poder adquisitivo, pero se licúan el gasto público y las Leliq".
Melconian consideró que la elección 2021 es un plebiscito sobre si se avala o no este proyecto. A su vez, graficó que la pandemia arrasó con los oficialismos en el mundo, lo que representa un desafío para el kirchnerismo.
A su vez, señaló que para la oposición es mucho menos necesario ganar el voto popular en 2021 que en 2023, donde "tendrá que recuperar un proyecto político, un líder y un modelo económico", porque "está muy fresca la historia del fracaso económico y pérdida de oportunidad de 2015 a 2019".
Nos costó determinada pátina pseudo oficialista decir que la pandemia es gravísima para cualquier gobierno del mundo
En ese sentido, opinó que "es muy difícil ser presidente en Gobierno con pandemia en el planeta. "Hubo distintos vaivenes, conozco la gestión, lo del vacunatorio, la ida y vuelta con un laboratorio. Todo eso le agrega problemas", estimó y consideró que el país no tiene acceso a los mercados y su única urgencia la solventa con emisión fiscal.
El economista estimó que en la comparación de PBI regional y contra el país mismo "hay un problema", completando el cuarto año de inflación de entre 40% y 50%, algo que opinó que continuará.
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Y pidió nuevas relaciones laborales: "Tenemos un millón de puestos de trabajo menos que el cuarto trimestre de 2019. Estamos frente a la realidad de facto de que sobre 21 millones de población económicamente activa hay 7 millones informales, nunca vi esto en Argentina. Discutir nuevas relaciones con trabajadores cuando un 35% decidió autónomamente que es informal y cuando el empleo formal privado no crea empleo desde el 2007. Hay relaciones laborales que hacen lo que quieren. Necesitamos darle determinada formalidad a esta cuestión".
Melconian afirmó que cree que el Gobierno tiene un plan económico basado en dos pilares: "la mesa de los argentinos, alimentos baratos para todos, energía barata para todos", y un segundo pilar que es "cómo se elude la restricción externa, es decir no quiero tener problemas con el dólar".
"El programa consiste en el fin justifica los medios, con retenciones, cupo, cepo restricciones, todo vale", consideró y habló de un interés genuino en atrasar el tipo de cambio.
"La mesa energética tiene un solo instrumento: congelar y atrasar tarifas", apuntó y estimó que el atraso tarifario es parte de un "problema" que inició en 2003.
El analista opinó que el país va camino a un gasto público estructural "infinanciable", con eje en jubilados y subsidios, algo que subió "15 puntos" desde 2007. En ese punto remarcó que suben la presión tributaria pero no para el equilibrio y que continúa el déficit fiscal. Hizo referencia a que Martín Guzmán y directivos del Banco Nación "siguen hablando de aumentar impuestos".
Lo gordo pasó, porque el superávit de comercio exterior se da en la primera parte del año. La segunda parte es más complicada, tendrán que usar lo poco de reservas que subieron
El especialista estimó que el panorama se dirige a un goteo de reservas que devolverán un poco de lo que el Central compró, que la brecha del dólar volverá al centro de la escena y que el Gobierno deberá estar "más activo y menos displicente".
Sobre un acuerdo con el FMI, enfatizó: "No será volver a la autopista del camino de cornisa en el que estamos, por lo menos será ripio (...) Tiene que ser de manera tal de configurar que sean cómplices para que Argentina se sostenga hasta un nuevo presidente. (...) Si no hay acuerdo antes de 2022, es suicidio. El gobierno fue se hizo la liposucción y arrancó con la milanesa, y el riesgo quedó en 1500. Si vamos al fondo y volvemos, autopista no es. Pero podés ir al acantilado si no".
Melconian aseguró que el país no va a un cambio de régimen macroeconómico, ni a un plan de estabilización, nuevas relaciones laborales, saneamiento del Banco Central, reformas tributarias pro inversión ni tampoco a una reforma previsional. También cuestionó que no se avizora una desregulación del comercio exterior, el desarrollo del mercado de capitales o un reordenamiento del gasto público.
“El país tiene un retroceso estructural desde hace 10 años y esta será la tercera gestión presidencial de estancamiento económico”, dijo y agregó que “la teoría del derrame no llega a la pobreza estructural, y cuando el nivel se ubica entre el 20 y el 40% la pobreza se traduce en inestabilidad macroeconómica”.
"Veo una desconfianza política dirigente que entre todos tenemos que corregir. Una cosa es el límite del acto electoral y otra berretalandia, que nos incluye a todos porque es acumulativo. Tengo clarito que algunas medidas a proponer no son de beneficio inmediato, lo tiene que entender el gobernante estadista. El conjunto de decisiones a tomar no son para ver el lunes porque no son de gran atracción, son un conjunto de cosas con sentido", concluyó.
Y cerró: "En el fondo siempre hay un poco de utopía, pero hay que seguir metiendo para adelante, creyendo que esto va a cambiar y ser parte del cambio, con vivencia y experiencia diaria".
